La mayoría calificada de dos tercios le otorga a la MUD plenas competencias para convocar referendos, impulsar una Asamblea Constituyente, remover a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, al defensor del pueblo y designar a los miembros del CNE.
Además, esta mayoría le permite crear o suprimir comisiones permanentes, aprobar y modificar leyes orgánicas, someter a referendo tratados internacionales y proyectos de ley, aprobar proyectos de reforma constitucional y hasta propiciar la salida anticipada del presidente en ejercicio.
Más temprano, el secretario general de la MUD, Jesús Torrealba, aseguró que la prioridad de los diputados, que ocuparán sus escaños a partir del 5 enero, será “la reconciliación nacional” y “atender la agenda económica, la urgencia económica y social del país”.
“Estamos deseosos de que el gobierno entienda y asuma que esto no es un capricho de la Unidad Democrática, es un mandato de la mayoría de los venezolanos que votó por ese cambio”, dijo el portavoz, acompañado de varios de los diputados electos el domingo pasado.
Torrealba añadió que buscarán “construir soluciones a los grandes problemas de los venezolanos, sobre todo de los más humildes. Y si el gobierno lo obstruye entonces tendrá que enfrentarse con el pueblo”.
Según cálculos privados, Venezuela cerrará el 2015 con una inflación cercana a 205%, un déficit fiscal de alrededor de 20 puntos del PIB, una escasez promedio de 60% de productos básicos, una contracción económica de al menos 6% y miles de millones de dólares en deudas comerciales con proveedores internacionales.
Durante el 2015, el gobierno de Maduro no ha dado cifras de inflación, crecimiento o escasez.