Naciones Unidas apoya la posición de los líderes de África Oriental, integrados en la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), y las exigencias impuestas a ambas partes para iniciar negociaciones.
También espera que se ponga fin a la violencia en especial entre etnias, algo que Johnson calificó de “peligroso”.
La representante de Naciones Unidas pidió a las partes en conflicto que lleven ante la justicia a los responsables de los asesinatos producidos estos días en el país, para “evitar que la violencia prosiga”.
Señaló también que la misión de la ONU continuará protegiendo a los más de 16 mil civiles que pidieron protección a la organización y que hoy están repartidos en diferentes campamentos de la ONU en Yuba, Bor, Malakal y Bentiu.
“Tenemos siete mil soldados de Naciones Unidas que están trabajando en estos campamentos y esperamos la llegada de más refuerzos”, explicó Johnson, que también advirtió de la necesidad de 166 millones de dólares de ayuda para mantener a todos esos refugiados.
El conflicto, que se inició el pasado 15 de diciembre y ha causado cientos de muertos, está marcado por la violencia étnica, ya que el presidente sursudanés pertenece al clan dinka y su principal rival político, Riak Mashar, a la tribu lou nuer.