El Consejo de Seguridad emitió su declaración más enérgica sobre la guerra en Gaza, pero no una resolución y por lo tanto no obligatoria.
La declaración presidencial exhorta a Israel y Hamas a “aceptar y cumplir plenamente el cese de fuego humanitario” y dijo que esto permitiría la entrega de ayuda de emergencia.
El consejo también instó a las dos partes “a participar en iniciativas para lograr un cese de fuego duradero y plenamente respetado, en base a la iniciativa egipcia”.
La guerra de 20 días ha dejado más de mil 30 palestinos muertos, en su mayoría civiles, según el ministerio de salud palestino. Israel ha perdido 43 soldados, como también dos civiles israelíes y un trabajador tailandés, según los militares israelíes.
Tanto palestinos como israelíes criticaron la declaración adoptada por el consejo, que se reunió en momentos en que los musulmanes comenzaban la celebración de Eid alFitr, que marca el fin del mes del Ramadán.
Economía israelí
Israel ha comenzado a echar cuentas de una guerra, la de Gaza, que le costará al erario público unos 12 mil millones de shékels (tres mil 508 millones de dólares o dos mil 580 millones de euros), la más cara desde 2006 pero que, paradójicamente, apenas debilitará sus indicadores macroeconómicos.
En medio aún de la tensa calma de una tregua humanitaria impuesta el domingo por EE. UU., los economistas del Ministerio de Finanzas advierten que la ofensiva será un lastre presupuestario, si bien no supondrá una amenaza real para la economía local.
“Esa suma incluye la operación militar, las indemnizaciones por el daño de los cohetes palestinos y las compensaciones al sector privado por pérdida de ingresos; después, a final de año, veremos también en cuánto afecta al PIB de Israel“, explicó Moti Basok, periodista del diario económico “The Marker“.