El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU emitió el pasado día 5 una opinión legal que consideraba que Assange es víctima de una detención arbitraria y en la que reclamaba el respeto de “su integridad física y libertad de movimiento” .
“Las conclusiones del grupo de trabajo deben ser aceptadas y sus recomendaciones cumplidas de buena fe. Los países que proclaman estar a la vanguardia de los derechos humanos deberían dar un buen ejemplo, incluso si no están de acuerdo con dichas conclusiones” , dijo el experto de la ONU sobre el orden internacional democrático Alfred Zayas.
“El orden internacional depende de la consistencia y de la uniformidad en la aplicación del derecho internacional, y queda desautorizado cuando los Estados eligen qué leyes (quieren) aplicar. Abordar los derechos humanos a la carta erosiona la credibilidad de todo el sistema”, explicó Zayas en un comunicado.
Agregó que es importante que los países que normalmente son los que denuncian y desacreditan a otros en cuestiones de derechos humanos acepten las resoluciones de la ONU cuando ellos mismos están implicados.