Los 41 sobrevivientes —37 hombres, tres mujeres y un niño de tres años— fueron rescatados por un buque mercante y transportados a Kalamata, en la península griega del Peloponeso. Los rescatados son 23 somalíes, 11 etíopes, seis egipcios y un sudanés.
Por otra parte, el grupo humanitario Human Rights Watch pidió al gobierno turco que permita que los sirios desplazados por los bombardeos del gobierno sirio crucen la frontera para ponerse a salvo.
El ejército sirio atacó dos campamentos migrantes el 13 y el 15 de abril, indicó el grupo, provocando un éxodo de tres mil personas.
HRW dijo la semana pasada que guardias fronterizos turcos habían disparado sobre sirios que huían de una ofensiva del grupo Estado Islámico.
Turquía, que acoge a 2.7 millones de refugiados sirios, rechazó esas acusaciones y afirmó que tiene una política de puertas abiertas con los migrantes, pero que las nuevas llegadas son poco comunes.
Grupos humanitarios han reiterado sus críticas al nuevo acuerdo de la Unión Europea y Turquía para cortar el flujo de refugiados hacia Europa, lo que plantea cuestiones sobre la seguridad de los refugiados sirio a ambos lados de la frontera turca.
Decenas de miles de civiles están atrapados a lo largo de la frontera turca, según grupos humanitarios.
Hace un año unos 700 a 800 migrantes murieron en las aguas del Canal de Sicilia, una tragedia que conmovió a la opinión pública italiana.