Si el progreso se hace más lento las consecuencias serán devastadoras, alerta Unicef, que denuncia el retroceso que ha habido en las donaciones para hacer frente al sida desde el 2014.
El informe pide más inversión en innovación, que se refuerce la recolección de datos, se acabe con el estigma que persigue a la enfermedad y que se prioricen los esfuerzos de prevención entre los adolescentes.
El sida es una de las principales causas de muerte entre los adolescentes, con 41 mil fallecimientos solamente en el 2015, según Unicef.
“El mundo ha hecho enormes progresos en el esfuerzo global para acabar con el sida, pero la lucha está lejos de haber terminado, especialmente para los niños y adolescentes”, dijo Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef.
Si se mantiene la tendencia actual, se calcula que en el 2030 se infectará con VIH un adolescente cada dos minutos, probablemente una chica. En todo el mundo vivían en el 2015 casi dos millones de personas infectadas de entre 10 y 19 años. La principal vía de contagio es el sexo no seguro, pero también en algunos casos se transmite de la madre al hijo o por compartir jeringuillas.
En Nueva York, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el director del programa de lucha contra el sida (Onusida), Michel Sidibé, guardaron un minuto de silencio por los 35 millones de personas que han muerto por sida.
“Estamos motivados para combatir el sida porque sabemos que cada niño merece cuidado, cada persona tratamiento y todos los grupos vulnerables protección ante la estigmatización y el maltrato”, dijo Ban. Sidibé elogió la actuación durante el mandato de Ban, que acaba a finales de año. Mientras que cuando empezó recibían tratamiento en el mundo sólo tres millones de seropositivos, hoy lo reciben 18 millones, destacó.