El funcionario dijo que se tomó la decisión en aras de mantener la paz y la tranquilidad, proteger los bienes públicos y privados y preservar la integridad física y la vida de la persona humana, “la cual es el fin supremo de la sociedad y del Estado”.
Miles de seguidores de Nasralla bloquearon carreteras en distintos puntos del país, en varios de los cuales la policía los enfrentó con bombas de gases lacrimógenos.
En la capital Tegucigalpa, los manifestantes obstruyeron bulevares y las salidas de la ciudad con hogueras de palos y llantas.
Pobladores angustiados corrieron a supermercados y gasolineras para abastecerse, ante el temor de que no puedan salir de sus casas debido a los disturbios.
Varios de los comercios fueron saqueados ante la mirada impotente de algunos guardias. Según videos compartidos por internautas, pobladores se llevan plasmas gigantes, estufas y otros electrodomésticos.
“Se han provocado actos de vandalismo, hubo robos de mercadería, han atentado contra la seguridad de los clientes y colaboradores de diversos negocios”, denunció el presidente de la Cámara de Comercio del norte del país, Rafael Medina.
Las autoridades reportaron que unas 50 personas fueron detenidas en los saqueos y que fueron recuperados varios de los artículos sustraídos en importantes tiendas de San Pedro Sula.
Los disturbios ya dejan un muerto y varios heridos y aún no se avizora el pronunciamiento del Tribunal Supremo Electoral sobre los resultados oficiales, debido a que se encontraron anomalías en más de mil actas, por lo que es necesario un procedimiento especial para su conteo, y hasta horas de la noche de este viernes la oposición no había mandado a un delegado para tal proceso.