Chicas apuntó que la MOE OEA “ha establecido contacto directo con el Tribunal Supremo Electoral y ha conocido sobre el plan de seguridad del Gobierno en torno al evento electoral”, al igual que el plan de socorro.
“Es una misión muy relevante para el país, porque prácticamente, a lo largo de todos los procesos que se han dado desde la firma de los Acuerdos de Paz (1992) ha estado presente en El Salvador“, resaltó el funcionario.
Unos 5,2 millones de salvadoreños están convocados este 4 de marzo para la elección de 84 diputados del Congreso y los alcaldes de los 262 municipios de ese país, la novena desde el final de la guerra civil en 1992.
La campaña electoral en El Salvador concluyó ayer miércoles, por lo que desde las 00:00 horas de este jueves (06:00 GMT) los partidos pusieron fin a cualquier tipo de mensaje y dieron paso a la reflexión de los votantes.
Comicios legislativos que marcarán la gobernabilidad
El Salvador celebra este domingo unas elecciones legislativas y municipales determinantes para que el presidente izquierdista, Salvador Sánchez Cerén, pueda gobernar en su último año de gestión manteniendo programas sociales criticados por la derecha como despilfarro.
El domingo, 5,1 millones de salvadoreños elegirán a los nuevos diputados para el Congreso unicameral de 84 escaños, así como a los alcaldes y concejales de los 262 municipios del país, que iniciarán funciones el 1 de mayo para un período de tres años.
La principal batalla estará entre la Alianza Republicana Nacionalista (Arena, derecha) y el gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda), según las encuestas, que marcan una ventaja del grupo opositor.
“Para que el FMLN pueda tener gobernabilidad debe sacar 29 diputados, que es el número mágico, caso contrario sería bastante complicado y difícil para el actual presidente Sánchez Cerén”, advierte el analista y profesor universitario Juan Ramón Medrano.
En la legislatura actual, que finaliza el 30 de abril, Arena tiene 35 diputados, el FMLN 31, GANA 11, el PCN 6 y el PDC 1.
Sánchez Cerén y su FMLN han tenido que buscar alianzas en el Congreso con partidos minoritarios de derecha para tomar decisiones por la mayoría simple de 43 votos, como la aprobación del presupuesto de la nación y reformas legales.
Pero esto podría resultar más difícil en la próxima legislatura si el FMLN no logra por lo menos mantener el número actual de diputados, y le será más complicado negociar cuando se requieran decisiones de mayoría calificada de 56 votos, entre ellas la ratificación de préstamos, la elección de magistrados de la Corte Suprema y del fiscal general.
“Si el resultado es demasiado malo para el FMLN, se configura un escenario catastrófico desde el punto de vista político electoral de cara a las elecciones presidenciales de 2019”, anticipó Medrano.
Arena, que en dos décadas en el poder (1989-2009) privatizó el sistema de pensiones y los servicios de electricidad y telecomunicaciones, ahora ofrece una ley de empleo joven, crear una superintendencia de Salud para vigilar la calidad de los servicios sanitarios y una ley de austeridad en gastos de todos los órganos del Estado, entre otras iniciativas.
En su plataforma legislativa 2018-2021, el FMLN plantea mantener la entrega de uniformes, calzado, alimentos y útiles escolares a las escuelas públicas, además de impulsar otras iniciativas para lograr un país “productivo, educado y seguro”.
El partido izquierdista también busca reformas constitucionales que le den al pueblo “más participación y poder de decisión”.
Campaña demagógica
La campaña electoral, que arrancó el 4 de enero y concluyó el miércoles, no logró animar al electorado ya que el 78% de la población dice que “los partidos políticos no representan sus intereses”, según una encuesta de la Universidad Centroamericana (UCA).
“Ha sido una campaña demagógica, y por ser vacía de contenido ya no logra convencer a un electorado hastiado y cansado de tanto engaño”, declara la directora del Instituto de Opinión Pública de la UCA, Jannet Aguilar.
Para el rector de la UCA, Andreu Oliva, el desánimo que prevalece en el ambiente sobre los políticos en el actual escenario de polarización derecha-izquierda “es una muestra de una población que está desencantada sobre la gestión pública y sus representantes en los distintos órganos de Estado”.
Tras el fin de 12 años de guerra civil con la firma de acuerdos de paz gobierno-guerrilla del FMLN, el país estableció la democracia, pero el ambiente de polarización derecha-izquierda persiste a 26 años de ese conflicto.
Las elecciones del domingo serán monitoreadas por misiones de la Organización de Estados Americanos (OEA) y de la Unión Europea.
En las calles de la capital San Salvador y en el resto de ciudades del país, la campaña es más evidente en los postes del alumbrado público, escenario principal que escogieron los candidatos para promocionarse.
Banderas azul, rojo y blanco de Arena y rojas con una estrella blanca del FMLN dominan el panorama.
En las elecciones municipales, el foco principal estará centrado en la disputa por la alcaldía de San Salvador (de 362.799 habitantes), actualmente gobernada por Nayib Bukele, quien fue expulsado del FMLN en octubre de 2017.
Según las encuestas, el candidato de Arena, el empresario Ernesto Muyshondt, encabeza las preferencias de los votantes en la capital, seguido de la ungida por el FMLN, la abogada Jackelin Rivera.
El director de la Policía, Howard Cotto, aseguró este jueves que 23mil agentes de ese cuerpo, apoyados por 14 mil soldados del ejército, tendrán a su cargo la seguridad para los comicios.
En tanto, el presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Julio Olivo, aseguró que el material electoral “será distribuido desde el viernes”.