Hace ya meses que los rumores sobre la visita del presidente -y Premio Nobel de la paz- circulaban en Japón y Estados Unidos, y se habían intensificado hace algunas semanas cuando el secretario de Estado, John Kerry, visitó el lugar.
“Jamás olvidaré las imágenes” expuestas, que “revuelven el estómago”, había dicho Kerry el 11 de abril tras su visita al museo de la ciudad mártir, donde se ofrece un testimonio conmovedor del desastre nuclear que devastó Hiroshima.
Mientras, en un artículo en la plataforma de blogs Medium, el asesor adjunto de seguridad nacional de Obama, Ben Rhodes, afirma que la Casa Blanca cree que es “el momento adecuado” para una visita del presidente a Hiroshima y a su Parque de la Paz, dedicado a las víctimas de la bomba atómica.
Obama “no revisará la decisión (de EE.UU.) de usar la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial” , sino que “ofrecerá una visión de futuro” , dice Rhodes.
Hiroshima fue el objetivo del primer bombardeo atómico de la historia, llevado a cabo por aviones estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
Además del de Hiroshima, Estados Unidos lanzó una segunda bomba atómica sobre la ciudad de Nagasaki, en el suroeste del archipiélago japonés, el 9 de agosto de 1945, que forzó la capitulación de Japón seis días después y puso fin a la Segunda Guerra Mundial.
La mayoría de los japoneses (un 70 %) quieren que Obama visite Hiroshima, según una encuesta realizada por la cadena de televisión pública japonesa NHK difundida hoy.
Obama visitará del 21 al 28 de mayo Vietnam y Japón, donde asistirá a la cumbre de países del G7 que tendrá lugar los días 26 y 27 de mayo en el parque natural Ise-Shima.
El 6 de agosto de 1945 a las 08.15, el bombardero estadounidense “Enola Gay” lanzó una bomba atómica sobre la ciudad. Al menos 140 mil personas murieron en el acto o como consecuencia de la radiación y quemaduras.
Además de esta histórica visita, Obama participará en Japón de una reunión del G7 en la ciudad de Ise-Shima. Llegará al país procedente de Vietnam, donde tiene previsto permanecer unos días.