El presidente dijo que le había advertido a Putin que habría consecuencias graves si él no “le paraba”, aunque Obama no especificó el momento ni la amplitud de cualquier represalia estadounidense por el hackeo, el cual muchos demócratas creen contribuyó a la victoria de Trump sobre Hillary Clinton.
Obama también se dijo desconcertado por el hecho de que algunos legisladores y votantes republicanos digan ahora que aprueban a Putin, y declaró: “Ronald Reagan se revolcaría en su tumba” si lo supiera.
Trump ha refutado las recientes opiniones de que las elecciones resultaron afectadas por piratas cibernéticos y las ha tachado de “ridículas”.
Por su parte, Clinton ha señalado incluso más directamente la interferencia rusa en las elecciones estadounidenses. “El mismo Vladimir Putin dirigió los ciberataques encubiertos contra nuestro sistema electoral, contra nuestra democracia, aparentemente porque tiene un problema personal contra mí”, afirmó.
Obama no respaldó públicamente dicha teoría el viernes. Sin embargo, sí reprendió a los medios de comunicación por lo que dijo es una “obsesión” con los emails demócratas robados que fueron dados a conocer durante la recta final de las elecciones.
Los reportes de los servicios de inteligencia estadounidenses acerca de que Rusia interfirió en los comicios para beneficiar a Trump han incrementado la tensión en las de por sí deterioradas relaciones entre Washington y Moscú.
En otro tema, Obama ha culpado al Kremlin de interponerse en los esfuerzos internacionales para detener la guerra civil en Siria, donde las fuerzas gubernamentales han repelido a los rebeldes en la ciudad de Alepo.
Obama dijo que él se siente “responsable” de algo del sufrimiento en Siria, pero defendió su decisión de evitar acciones militares. Dijo que aunque las opciones militares distintas a una invasión eran tentadoras, era “imposible hacer esto a bajo costo”.
Aún así, le adjudicó la mayor parte de la culpa a Rusia, así como a Irán, por respaldar al presidente sirio Bashar Assad.
“Esta sangre y estas atrocidades están en sus manos”, afirmó ante los reporteros en la sala de prensa de la Casa Blanca poco antes de partir a sus vacaciones navideñas anuales en Hawái.
La conferencia de prensa se extendió aproximadamente hora y media, más tiempo de lo usual.
El presidente concluye su octavo año en el puesto con su popularidad en alza, aunque se prevé que Trump dé marcha atrás a muchas de las políticas de Obama.