El mandatario estadounidense precisó que esta decisión es “consecuencia de la completa normalización” de las relaciones entre ambos países después de décadas de esfuerzos, y mostró su voluntad de profundizar en la cooperación militar.
Aunque advirtió de que cada venta de armamento estará sujeta a estrictos controles relacionados con los derechos humanos, subrayó que la medida “permite a Vietnam obtener el equipamiento necesario para defenderse y elimina un vestigio de la Guerra Fría”.
Algunos analistas vinculan esta decisión con la creciente tensión entre Vietnam y China por la soberanía de las islas Paracel y Spratly, en el mar de China Meridional, pero Obama negó cualquier relación con ese litigio, y eludió pronunciarse al respecto.
“EE. UU. no se pone de lado de nadie, pero apoyamos que el conflicto se resuelva por la vía diplomática”, apuntó.
Obstáculo
La Casa Blanca se había resistido hasta ahora a levantar el embargo debido a la mayor desavenencia entre ambos países: el respeto de los derechos humanos.
Aunque Obama destacó los “progresos modestos” de Vietnam en ese apartado, la organización Human Rights Watch denunció el lunes el arresto de la periodista disidente Doan Trang y otros activistas y blogueros vietnamitas.
Phil Robertson, subdirector de HRW en Asia, criticó que con el levantamiento del embargo EE. UU. entrega su única arma de presión ante el régimen vietnamita y denunció en un comunicado que “Obama ha dado a Vietnam una recompensa que no merece”.
El mandatario norteamericano reconoció que EE. UU. mantiene diferencias con Vietnam en esta materia, pero pasó de puntillas sobre el asunto y se limitó a señalar que la cooperación económica puede forzar al régimen de Hanoi a mejorar en el respeto a los derechos humanos.
En este punto, insistió en la importancia de impulsar el Acuerdo de Asociación Transpacífica (TPP, en inglés) , un tratado de libre comercio entre países de Asia, América y Oceanía firmado por Vietnam el pasado febrero pero aún no ratificado por el Congreso estadounidense.
“El TPP puede provocar reformas que garanticen los derechos de los trabajadores vietnamitas” , apuntó.
Obama hizo una encendida defensa del acuerdo para estrechar lazos con “la región que más rápido crece en el planeta” y favorecer la exportación de bienes estadounidenses a Vietnam y otros países de la zona.
El presidente expresó su confianza en que el Congreso lo ratificará porque “es lo correcto” , y añadió que no ha oído hasta la fecha ningún argumento creíble en contra del pacto, que comprende el 40 por ciento del comercio mundial.
Durante la visita, el líder estadounidense también presidió junto a Quang la venta de 100 Boeing 737 Max 200 por US$11 mil 300 millones a la aerolínea VietJet.