Aunque el modo de operar de estas estructuras, integrada por algunos colombianos, ya es conocido, el fiscal general de El Salvador, Rodolfo Delgado, habló más acerca del comportamiento de la red que fue descubierta en conjunto con la Policía Nacional Civil y la instancia de Migración de ese país, durante una entrevista al programa Diálogo, de Canal 21.
El funcionario salvadoreño reveló que para radicarse, inicialmente llegaban como turistas y pasado un tiempo se quedan de manera irregular. De esa manera, trabajaban para grupos ilegales que se hacían pasar por micro financieras para prestar dinero siempre fuera del sistema bancario.
Ese mecanismo les permitía que no quedara rastro alguno de sus transacciones ni de los acuerdos que hacían con las personas que primero adoptaban las deudas y luego, se convertían en sus víctimas, según declaró.
“Se empieza a observar en las distintas comunidades que los ciudadanos colombianos empiezan a colocar dinero en efectivo por medio de créditos que celebraban de manera verbal. Se establecía un sistema de cobro, mediante el cual ellos exigían los intereses y al final hacían un ruteo para cobrar las cuotas establecidas”, comentó Delgado.
El problema, aseguró Delgado, “es que esta gente recurre a mecanismos ilícitos para obtener el pago de los préstamos. Se dedican básicamente a ejercer la justicia por mano propia, ya que solicitaban el pago por medio de lesiones, amenazas y extorsiones a los salvadoreños que cayeron en sus engaños”.
“Las diferentes modalidades de estafa no se limitaban únicamente a obtener el dinero producto de los préstamos gota a gota sino que tienen el objeto de obtener la identidad de los salvadoreños (…). Cuando alguien no puede pagar, le usurpan su identidad y obtienen principalmente cuentas bancarias, tarjetas de débito y posteriormente el dinero es remesado a estas cuentas y trasladado hacia el extranjero”, explicó el fiscal.
De esa cuenta, el fiscal dijo que incluso han incautado “propiedades de lujo” en las ciudades de Juan Opico, Quezaltepeque, Nejapa y otras localidades del centro del país, que pertenecerían a personas que ya fueron capturadas.
Según la Fiscalía General salvadoreña, la red delictiva que fue expuesta públicamente estaba conformada por 40 ciudadanos centroamericanos y colombianos, y se dedicaba a la estafa y usura.
“La red internacional estafaba bajo un modelo denominado “gota a gota”, con el cual obtuvieron grandes cantidades de dinero que desviaron hacia otros países. Son procesados por los delitos de Agrupaciones Ilícitas y Receptación”, informó la institución.
En efecto, diversos informes que abordan el fenómeno criminal, describen que quienes usan la modalidad del “gota a gota” regularmente se encaminan a cometer otros delitos como la usura, robo, lavado de dinero, agresiones, amenazas o incluso asesinatos.
La usura es una práctica ilegal, que según las autoridades consiste básicamente en cobrar excesivos intereses sobre un préstamo. Esto implica que el que presta dinero busca aprovecharse de la persona que adeuda el dinero para enriquecerse más.
Guatemala ordenó reforzar sus fronteras con El Salvador, donde ya se confirmó la salida de más de 200 personas de nacionalidad colombiana por su estatus irregular.
La expulsión de estas personas se dio luego que el presidente de ese país, Nayib Bukele, les diera un ultimátum para abandonar el país, luego de revelar la existencia de la estructura dedicada a los préstamos ilegales.