La Cámara alta aprobó la propuesta bipartidista con 97 votos a favor y dos en contra. La medida venía unida a un proyecto para imponer sanciones a Irán que están estudiando los senadores actualmente y que también tiene amplio apoyo.
Los legisladores están emprendiendo acciones contra Rusia ante la ausente respuesta por parte del presidente Donald Trump, quien ha buscado mejorar las relaciones con el Kremlin y ha rechazado la idea de que hackers rusos intervinieron en la campaña presidencial del año pasado.
El caso toma relevancia después de que un fiscal especial fue designado para estudiar si hubo o no algún tipo de interferencia en las elecciones estadounidenses, donde Donald Trump obtuvo la victoria.
“Es hora de responder al ataque ruso a la democracia estadounidense con fuerza, con determinación, con unidad y con acción”.
En la pesquisa están siendo investigados varios funcionarios y la comisión pesquisidora ya citó a declarar a dos de los principales actores de esta trama: James Comey, exdirector del FBI y Jeff Sessions, fiscal general de EE. UU.
El plan, que necesita aún el visto bueno de la Cámara de Representantes y de la Casa Blanca, ampliaría las sanciones a los sectores de defensa e inteligencia militar de Rusia y a los responsables de ciberataques, y limitaría la capacidad del presidente de EE.UU., Donald Trump, de levantar esas restricciones.
Tillerson expresó esta semana su reticencia sobre ese paquete de sanciones, al advertir que podría poner en peligro el esfuerzo que él encabeza para enderezar las relaciones con Moscú, en particular en lo relativo a Siria.
“Urjo al Congreso a asegurarse de que cualquier legislación permita al presidente tener la flexibilidad para ajustar las sanciones para adaptarse a las necesidades de lo que siempre es una situación diplomática cambiante”, dijo hoy Tillerson durante una audiencia ante el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja.
“Pedimos flexibilidad para subir la temperatura cuando sea necesario, pero también para asegurarnos de que podemos mantener un diálogo constructivo” , añadió el titular de Exteriores.
El plan aprobado por el Senado impondría nuevas sanciones a quienes efectúen “actividades cibernéticas maliciosas” en nombre de Moscú, a quienes suministren armas al Gobierno del presidente sirio, Bachar Al Asad, o a personas vinculadas a los sectores de inteligencia y defensa de Rusia, entre otras.
El acuerdo también da al Congreso 30 días -o 60 días si es próximo al receso de agosto- para revisar y potencialmente bloquear la acción de Trump en caso de que el mandatario decidiera levantar o relajar las sanciones contra Moscú.
Además, el acuerdo complica el levantamiento de las sanciones ya impuestas a Rusia por la Administración del anterior presidente, Barack Obama, y permite ampliarlas a sectores de la economía rusa.
La acción del Senado llega en medio de las investigaciones en el Congreso y el Departamento de Justicia sobre la supuesta injerencia rusa en las elecciones presidenciales, y los posibles lazos con Moscú de la campaña de Trump, además de la posibilidad de que el mandatario obstruyera las pesquisas sobre ese tema.