Aunque la mayoría de los estadounidenses no se vacunarán sino hasta la primavera, el lanzamiento de la vacuna es una señal esperanzadora de que se avecinan días mejores.
Le pedimos a Anthony Fauci y a varios investigadores de salud pública, así como escritores de Salud y Ciencia de The New York Times que nos dieran sus predicciones sobre los próximos meses. Esto es lo que dijeron.
P: ¿Qué consejo tiene para las familias que quieren celebrar las fiestas con sus seres queridos?
R: “Háganlo por Zoom. No dejen que los nietos vayan a casa de la abuela y la maten. Piénsenlo como si fuera la Segunda Guerra Mundial; nuestros soldados no pudieron volar a casa para comer pavo. Mi padre estaba en Normandía. Mi madre estaba con la Cruz Roja en la Austria ocupada. Se perdieron las vacaciones. La vida continuó. Hubo años más felices después”. — Donald G. McNeil júnior, reportero de Salud y Ciencia.
P: ¿Volveremos a darnos la mano?
R: “Yo ya no lo haré. No sé ustedes. Lo dije hace muchos meses y los periódicos se volvieron locos. Estoy seguro de que la gente volverá a estrecharse las manos. Creo que la gente probablemente será más consciente de la higiene personal y de protegerse a sí mismos. Eso no significa que nadie vuelva a estrecharse las manos ni que todos vuelvan a ser como antes. Probablemente será algún punto intermedio. Algunas personas se mostrarán reacias a darse la mano. Algunos se lavarán las manos mucho más de lo que jamás lo habían hecho, incluso cuando el COVID-19 ya no exista”. — Anthony Fauci.
P: ¿Cuándo te sentirías personalmente cómodo para volver a la oficina?
R: “Cuando esté vacunado y todos los que me rodean también lo estén”. — McNeil.
P: ¿Mi empleador me va a exigir que me vacune?
R: “Los empleadores tienen derecho a obligar a sus trabajadores a vacunarse una vez que la vacuna sea formalmente aprobada. Muchos sistemas hospitalarios, por ejemplo, requieren vacunas anuales contra la influenza. Sin embargo, los empleados pueden solicitar exenciones por razones médicas o creencias religiosas. En tales casos, se supone que los empleadores deben proporcionar un ‘acomodo razonable’; con la vacuna contra el coronavirus, se puede permitir que un trabajador use cubrebocas en la oficina o que trabaje desde su casa”. —Abby Goodnough, corresponsal nacional de salud.
P: ¿Volveremos a ir a grandes fiestas en interiores sin cubrebocas?
R: “Si el nivel de infección en la comunidad parece sustancial, no habrá fiestas con amigos en ambientes congregados. Si el nivel de infección es tan bajo que el riesgo es minúsculo, volveremos a la normalidad de las reuniones y fiestas. Si queremos volver a la normalidad, este es el mensaje: “Cuando la vacuna esté disponible, vacúnate”. — Fauci.
P: ¿Tenemos que esperar a que el 75 por ciento de la población esté vacunada antes de poder viajar de nuevo?
R: “Creo que los viajes comenzarán a reanudarse aún más cuando el porcentaje de personas vacunadas sea mucho menor que ese. Creo que será gradual. No hay blanco y negro ni botón de encendido y apagado”. — Fauci.
P: ¿Cuánto tiempo usaremos cubrebocas?
R: “Si hay inmunidad comunitaria sin infecciones en la periferia, no tendríamos que usar cubrebocas todo el tiempo. Podrías querer usarlo si estuvieras en una situación de hacinamiento, pero no tendrías que tener el rigor de ahora. En última instancia, creo que pasaremos de usarlo todo el tiempo a usarlo bajo ciertas circunstancias a quizás no tener que usarlo en absoluto”. — Fauci.
P: ¿Cómo sabremos que es seguro hacer cosas normales?
R: “En primer lugar, se va a expresar por el número de casos nuevos que se vean, el número de positividad de la prueba. Tiene que ser tan bajo como se pueda. El mejor número es cero. Nunca va a ser cero, pero cualquier cifra cerca de esa será genial”. — Fauci.
P: ¿Cuándo podremos ir al cine o al teatro?
R: “Depende de la aceptación de la vacuna y del nivel de infección en la comunidad. Si llegamos a abril, mayo, junio y realmente se realiza una campaña de vacunación a toda máquina para intentar vacunar a todo el mundo en un periodo de unos cuantos meses, conforme pasamos del segundo al tercer trimestre del año, entonces es probable que podamos ir al cine, al teatro, hacer lo que queramos. Sin embargo, es poco probable que vayamos a tener ese grado de aceptación, dado lo que estamos escuchando sobre el deseo de la gente de vacunarse. Si resulta que solo el 50 por ciento se vacuna, entonces va a tomar mucho más tiempo volver a la clase de normalidad que nos gustaría tener”. — Fauci.
P: ¿Cuándo comeremos en un restaurante?
R: “Si más de la mitad de la población está vacunada, me sentiría un poco menos estresado y ansioso cuando saliera a realizar los pendientes de los que normalmente me encargo. Podría sentirme cómoda comiendo en un restaurante o viendo a mis amigos de nuevo algún día, si es posible.”— Vijaya L. Seegulam, directora de proyectos de investigación, Universidad de Boston.
P: ¿Cuándo te sentirás cómoda en medio de una multitud?
R: “Una vez que mi familia y yo estemos vacunados, cambiaría mi comportamiento, excepto que no puedo imaginarme estar entre una multitud o asistir a un evento multitudinario hasta que al menos el 80 por ciento de la población esté vacunada”.— Julie Bettinger, profesora adjunta, Universidad de Columbia Británica.
P: ¿Cuándo comenzarán a disminuir las restricciones?
R: “Creo que la disponibilidad generalizada de vacunas dará como resultado una mayor relajación de la mayoría de las precauciones para mediados o finales del verano de 2021”. — Michael Webster-Clark, investigador posdoctoral, Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
P: ¿Cómo será la nueva normalidad?
R: “La nueva normalidad será seguir usando cubrebocas durante los próximos doce a dieciocho meses y posiblemente los próximos años. Este es un cambio de paradigma”. — Roberta Bruhn, codirectora del núcleo de epidemiología, Instituto de Investigación Vitalant.
P: ¿Qué no volverá a la normalidad?
R: “Mis relaciones con las personas que han tomado esta pandemia a la ligera e ignorado los mensajes y recomendaciones de salud pública”. —Victoria Holt, profesora emérita de la Universidad de Washington.
P: ¿Qué aprendiste de la vida pandémica?
R: “Quedarme en casa con mis hijos me ha enseñado que la vida con menos pendientes que hacer y actividades en las que participar es bastante agradable. Creo que en el futuro reduciremos nuestras obligaciones familiares”. —Jennifer Nuzzo, profesora adjunta, Johns Hopkins.
Q: ¿Qué costumbre pandémica conservarás?
R: “Voy a conservar mi cubrebocas y a usarlo entre las multitudes y en el metro, particularmente durante la temporada de resfríos e influenza. Solía enfermarme todo el tiempo, pero no he tenido un resfriado o dolor de garganta en meses. ¡Me gusta mucho no enfermarme!”. — Tara Parker-Pope, columnista de Bienestar.
P: ¿Qué es lo que nunca más darás por sentado?
R: “No daré por sentado viajar con mi familia extendida”. — Alicia Allen, profesora asistente de la Universidad de Arizona.
P: ¿Qué ha cambiado para siempre en tu vida diaria?
R: “Nunca más tendré que explicar qué es un epidemiólogo”. — Janet Rich-Edwards, profesora adjunta, Universidad de Harvard.