Las dos alzas anteriores se dieron entre mediados de septiembre e inicios de octubre, mientras que la segunda fue registrada a mediados de este último mes, ambas escaladas atribuidas por el Gobierno a la Mara Salvatrucha (MS13).
Entre el 21 de septiembre y el 2 de octubre pasados fueron ultimadas 272 personas, una media de 27 muertes violentas diarias, repunte suscitado cuando el Ejecutivo intensificó los registros en la capital con un mayor despliegue de policías y soldados, y con la salida de vehículos blindados y artillados a las calles.
A mediados de octubre pasado, Ramírez Landaverde recalcó que las pandillas buscan con estas escaladas presionar al Gobierno para que les dé “beneficios carcelarios” a sus miembros presos, similares a los recibidos durante una tregua entre 2012 y 2014, y por la “proximidad” de las elecciones de 2018.
Entre enero y noviembre pasado, el país registró tres mil 610 muertes violentas a escala nacional, un 27% menos a los 4 mil 947 asesinatos contabilizados en el mismo lapso del 2016, según un informe del Gabinete de Seguridad.
El Salvador es uno de los países más violentos del mundo con tasas de asesinatos de 103 y 81.7 por cada cien mil habitantes en 2015 y 2016, respectivamente, la que el Ejecutivo espera bajar hasta los 60 al cierre del 2017.