Antes, también mediante simulacro, sistema en el que las personas de muestra emiten votos como ocurrirá el 5 de junio, las firmas Ipsos y CPI encontraron ventajas para la líder del partido Fuerza Popular (FP) por cinco y siete puntos, respectivamente.
Los resultados coincidentes, más allá de las afirmaciones de Kuczynski, quien los pone en duda, han llevado a la mayoría de analistas a reconocer que el país parece dirigirse a una victoria de Fuijimori, de 41 años, a pesar de las numerosas acusaciones en contra suya y de su entorno.
Para expertos, el éxito de Fujimori obedece a su mayor capacidad para conocectarse con el electorado, a sus permanentes recorridos por el país, al mayor vigor derivado de tener 36 años menos que el adversario, a recuerdos positivos del Gobierno del padre (1990-2000) y a la “amnesia” sobre la corrupción desbordada y las violaciones a los derechos humanos que hubo en ese período.
Por otro lado, los expertos consideran que Kuczynski, más técnico que político, no ha sabido exponer sus ideas ni aprovechar las debilidades de su rival, carece por completo de carisma e incluso ha dejado dudas respecto a si tiene o no reales deseos de triunfo.
En ese marco, el candidato por el partido Peruanos Por el Cambio no ha sido capaz de unir, según los expertos, el antifujimorismo vigente entre fuerzas de izquierda, centro y derecha moderada.
“Es necesario reconocer que llamar a Kuczynski el mal menor ha sido una pésima estrategia de los antifujimoristas, incluyéndome, pero sobre todo incluyendo a los partidos de izquierda y los colectivos civiles”, afirmó el viernes el novelista y comentarista político Gustavo Faverón.
“Es necesario decir que elegir a Kuczynski no es el mal menor, sino el único bien que las circunstancias nos permiten, y decir por qué, explicar por qué la elección es un plebiscito entre el abismo de una dictadura criminal y sanguinaria y la posibilidad de construir un país en paz para todos”, agregó.
Hasta ahora las denuncias por pactos de Fujimori con sectores al margen de la ley, como mineros y transportistas ilegales, por la “militarización” de su campaña a través de suboficiales en retiro o por la cercanía a personas investigadas por lavado de activos no han tenido mayor impacto.
Fujimori y sus seguidores aseguran que las acusaciones forman parte de una “campaña de odio”, discurso asumido por gran parte de los votantes.
La publicación de encuestas solo estará permitida hasta el domingo, una semana exacta antes de los comicios.