El capo de la droga mexicano, el más buscado por la Agencia Antidrogas (DEA), fue capturado el pasado 15 de julio, con fines de extradición hacia Estados Unidos en un operativo conjunto de la Secretaría de Marina y la Fiscalía General de la República.
El fiscal general estadounidense, Merrick Garland, exigió su extradición “inmediata”, por lo que el proceso se le notificó a Quintero en su celda el mismo día de su captura.
Sin embargo, tres días después un juez federal mexicano admitió un amparo de la hermana del llamado “narco de narcos”, Beatriz Caro, por el que se frenó este proceso hacía una prisión de máxima seguridad en los Estados Unidos.
Caro Quintero, fundador del Cartel de Guadalajara, es un capo mexicano acusado por el secuestro, tortura y asesinato de Enrique “Kiki” Camarena, agente especial de la DEA en 1985, entre otros delitos transfronterizos.
López Obrador también admitió desconocer si será llamado a comparecer ante la justicia estadounidense el actual director general de la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett, quien fuera secretario de Gobernación cuando ocurrió la muerte del “Kiki” Camarena en México.
El presidente mexicano argumentó que habrá que esperar a que se resuelvan los temas judiciales en México, aunque defendió que no hubo ilegalidad en la captura del capo de la droga mexicano y que tampoco existe impunidad en el caso.
“No sabemos todavía (si será llamado), es un proceso legal que se va a seguir, que se va a continuar y hay que esperar. Nosotros no actuamos de manera ilegal y no hay impunidad”, aseguró.
Hace un año, Bartlett negó que Washington lo investigue por una posible relación con el asesinato del agente Camarena en 1985, cuando él era parte del gabinete del entonces presidente Miguel de la Madrid (1982-1988).
Esto, luego de una investigación de la revista Proceso que señalaba que Bartlett podría ser detenido inmediatamente si pisara suelo estadounidense por tener información privilegiada, ya que se presume que se reunió con miembros del crimen organizado antes y después del homicidio, según testigos protegidos.