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Detrás de ellas también hacía fila el agente de la Patrulla Fronteriza Paul O’neal, quien al notar que ambas hablaban español las cuestionó sobre el lugar donde nacieron. Extrañadas por la pregunta, las estadounidenses le indicaron que habían nacido en California y en Texas.
Sin embargo, O’neal no les creyó y las llevó a su patrulla, en pleno parqueo del comercio, donde las detuvo por un tiempo y exigió que le mostraran sus credenciales.
Indignadas por la acción, una de ellas sacó su teléfono celular y comenzó a grabar. En el video se observa que, molestas, ellas le preguntan al agente la razón de su detención, y este les responde que es porque las escuchó hablar español “en un estado en el que no es común” ese tipo de conversaciones.
“Esto es por un perfil de racismo, ¿verdad?”, cuestionó al agente una de las mujeres. “No tiene nada que ver con eso, tiene que ver con el hecho de que estaban hablando español en la tienda, en un estado que habla principalmente inglés”, insistió el policía.
El material grabado forma parte de una demanda interpuesta esta semana contra la Patrulla Fronteriza por las mujeres, con el apoyo de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, en inglés), la mayor organización de defensa de derechos humanos de EE. UU.
“Hablar español no es ilegal. De hecho, no hay un idioma oficial en Estados Unidos. Los estadounidenses hablan cientos de idiomas diferentes”, dijo ACLU en un comunicado, citado por la agencia AFP.
“Hay ciudadanos estadounidenses que hablan español en casa con sus familias, y decenas de millones que hablan español como segunda lengua”, continuó. “Y Montana, como el resto del país, es cada vez más diverso en términos de raza, etnia e idioma”. De hecho, en una entrevista las mujeres dijeron que sabían el idioma porque siempre se ha hablado en sus hogares.
Consultados por AFP, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo que no podía hacer comentarios sobre el caso.
Organizaciones pro derechos humanos y de inmigrantes han denunciado que el “discurso racista” de Donald Trump y la venia otorgada a policías fronterizos han atizado las acciones racistas y de intimidación de los agentes.
“Esto ha sido devastador para ellas. Havre es una pequeña ciudad y se sintieron desterradas, humilladas, no bienvenidas en su propia ciudad, en su propio país”, dijo a AFP el abogado del caso, Cody Wofsy.
“El incidente en sí mismo es parte de un patrón más amplio que hemos visto de tácticas abusivas por parte de la patrulla fronteriza, que ha empeorado con el gobierno Trump”, dijo Wofsy, que en la demanda resaltó que la CBP “está fuera de control”.
Ana and Mimi were in line to buy groceries when a Border Patrol agent behind them demanded to see ID’s.
Their supposed offense? Speaking Spanish in Montana. pic.twitter.com/7R6JWPbSYE
— ACLU (@ACLU) February 15, 2019
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