Zion agradeció a su familia y médicos por ayudarlo en su “experiencia difícil”. El niño es de Owings Mills, una comunidad suburbana de Baltimore.
Sus manos y pies fueron amputados hace años a causa de una infección. Pero piernas prostéticas le permiten ser un niño activo y aprendió a comer, escribir y jugar videojuegos incluso antes del trasplante de manos.
Pasará varias semanas en rehabilitación física antes de regresar a casa, dijeron los médicos.