En la grabación que difundió la policía de una llamada al 911, una mujer que dijo ser la madre de Marques Green afirma que ella cargaba el arma en su bolsa, a la que había dejado por ahí cuando llegó a su casa.
“Mi hijo se ha pegado un tiro y no le siento pulso”, gritaba la mujer, que se identificó como Elizabeth Green en la llamada efectuada el jueves en la tarde.
“¡Dios mío. Dios mío, no le siento pulso. Creo que no está vivo!” El sargento Ed Buns dijo que la policía de la ciudad de Hamilton trabaja con la oficina del fiscal del condado Butler para decidir si se presentan cargos contra alguna persona debido al incidente.
Es el segundo caso al parecer accidental en el que un chico pierde la vida de un disparo en Hamilton, de 62 mil habitantes, al norte de Cincinnati. La policía dijo que el menor sufrió una herida en el pecho y falleció poco después en un hospital.
La mujer dijo a quien le recibió la llamada en el 911 que “tiene los ojos abierto, pero no reacciona”. La policía no facilitó información sobre el arma, pero imágenes de la televisión muestran cuando un detective retira el jueves una pistola de la casa.
Una vecina dijo que escuchó el jueves los gritos de la mujer y se dirigió a toda prisa hacia la terraza para ver qué había sucedido. “Ella sostenía a su hijo, quien estaba sin vida, complemente sin vida”, declaró Amanda Reed, que vive enfrente en la misma calle, a la cadena televisiva WLWT-TV.
El jueves, un chico de 16 años fue acusado formalmente en un tribunal juvenil de un cargo por homicidio imprudencial debido a la muerte a tiros de un adolescente de 14 años ocurrido el 3 de junio.
Los investigadores creen que ambos adolescentes jugaban con el arma cuando se disparó y la bala dio en la cabeza a Gabriel Mejía, quien murió la semana pasada.
