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La misiva está firmada por el canciller, Denis Moncada, y dirigida a la directora regional del Alto Comisionado para Centroamérica, Marlene Alejos, con copia a su director, Zeid Ra' ad Al Hussein.
La decisión se produce dos días después de que el organismo emitiera un duro informe sobre abusos contra manifestantes antigubernamentales, que el gobierno consideró una “extralimitación” de facultades de la entidad.
Según el gobierno, la invitación tenía el objetivo de acompañar el desmantelamiento de los tranques (bloqueos de carretera) que tuvieron los manifestantes antigubernamentales hasta julio, cuando el gobierno los eliminó con una violenta campaña denominada “operación limpieza”.
Insólita decisión
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), que ha documentado los abusos cometidos por fuerzas del orden en la campaña por erradicar las protestas antigubernamentales, calificó como “insólita” e “inoportuna” la decisión del gobierno.
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“Esta insólita decisión es inoportuna (…) refleja el ánimo de una persona que se siente completamente perdida que ya no puede ocultar sus responsabilidades y seguir ocultando la verdad”, manifestó la presidenta del Cenidh Vilma Núñez, en una referencia a Orega.
El informe de la ONU, divulgado el miércoles en Ginebra, destacó el “clima de miedo” en Nicaragua tras la violenta represión a las protestas iniciadas en abril pasado contra el gobierno de Ortega.
“La represión y las represalias contra los manifestantes prosiguen en Nicaragua, mientras el mundo aparta la vista”, señaló el Alto Comisionado Zeid Ra'ad Al Hussein en un comunicado, en ocasión de la publicación del informe.
Ortega refutó duramente el documento, y acusó al organismo de la ONU de ser “un instrumento de políticas de terror, mentira e infamia”.
Desprestigio para Nicaragua
El obispo auxiliar de la arquidiócesis de Managua, Silvio Báez, uno de los obispos más populres del país, afirmó en sus redes sociales este viernes que “la decisión del gobierno de Nicaragua de expulsar a la delegación de la ONU desprestigia al país en la comunidad internacional y no hace bien a la sociedad nicaragüense”.
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Báez forma parte de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), que actúa como mediadora en un diálogo, instalado en mayo y suspendido desde julio pasado, entre el Gobierno y la gran Alianza Cívica que integran empresarios, estudiantes, académicos y otros sectores nacionales y pide adelantar las elecciones.
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