El gobierno de Juan Manuel Santos y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc, marxistas) también acordaron que el mecanismo de refrendación del nuevo pacto, alcanzado en Cuba luego del rechazo al anterior en un referendo, será el Congreso.
“Estamos precisando los procedimientos que se van a utilizar para este propósito”, afirmaron en el texto divulgado en la capital colombiana.
La cúpula del principal y más antiguo grupo insurgente del país aterrizó el lunes en Bogotá para preparar la firma del acuerdo e impulsar la rápida implementación de lo convenido, que consideran se puede ver afectada por una ola de violencia contra líderes sociales.
Los asesinatos y amenazas contra esa población, además del rechazo al nuevo pacto anunciado el lunes por el expresidente y ahora senador lvaro Uribe, se han convertido en los principales obstáculos en el camino para acabar con el conflicto armado de más de medio siglo.
Santos presidió el martes una reunión de alto nivel, con integrantes de su gobierno y organismos de derechos humanos, para evaluar la situación de seguridad y aseguró que no va “a permitir que los violentos pongan en riesgo los avances y esperanzas de la paz”.
“Estos hechos son una evidencia palpable, dramática, de los riesgos que la incertidumbre nos trae frente a la implementación de los acuerdos de paz”, dijo.
También pidió “acelerar” la aplicación del pacto de paz especialmente en zonas donde, según la guerrilla, solo en los últimos tres días han sido asesinados tres líderes comunales y otros dos han sufrido atentados.
Las Farc y el Gobierno sostienen un cese al fuego bilateral desde fines de agosto, que decidieron mantener a pesar del revés en el referendo del 2 de octubre, con el que fue rechazada la primera versión del acuerdo de paz.
La semana pasada murieron dos integrantes de las Farc en presuntos combates con el Ejército, en el primer incidente notificado en el marco del cese al fuego. Un hecho que, según la partes, muestra la “fragilidad” de la tregua.
Farc no se reúnen con Uribe
En paralelo a la reunión sobre la situación de seguridad, integrantes de las Farc, incluido su líder máximo, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, acordaron con negociadores del gobierno los detalles de la firma oficial del nuevo acuerdo de paz.
La rúbrica está prevista para el jueves a pesar de la oposición de Uribe, quien pidió reunirse con las Farc y hacer nuevos cambios al pacto para que, por ejemplo, no se permita la elegibilidad política de responsables de delitos atroces mientras cumplen sus penas o que el acuerdo no sea incluido en la Constitución.
De su lado, las Farc prácticamente descartaron el martes la reunión con el expresidente, a quien señalan de querer “dilatar” la paz.
El comandante guerrillero Pablo Catatumbo, negociador en los diálogos que se desarrollaron en Cuba por cuatro años, escribió en Twitter: “Uribe malgobernó, corrompió y ensangrentó a Colombia durante 8 años y nunca quiso la paz sino la derrota de las Farc, no pudo. Dilatar no”.
Refrendación tras la firma
Para el analista Jorge Restrepo, está “claro que sería mejor tener un acuerdo de consenso, pero eso es casi imposible de lograr con lo que le está pidiendo el Centro Democrático (partido de Uribe) a las Farc, que es que no se elijan políticamente”.
“Está bien que este acuerdo tenga una oposición, porque supone que debe haber una demostración de las partes de su voluntad para cumplir con lo ofrecido. Uribe, además, no tiene poder de veto o de bloqueo”, dijo Restrepo, director del centro de análisis del conflicto Cerac.
El gobierno tiene planeado presentar el miércoles en el Parlamento el nuevo texto, para explicar a los congresistas las modificaciones que se le hicieron al pacto original al incluir peticiones de sectores que votaron por el “No” en el referendo.
“Una vez se firmen los nuevos acuerdos iniciaría el procedimiento (de refrendación) en el Congreso”, afirmó el presidente del Senado, Mauricio Lizcano, a periodistas.