“¿Papa Francisco cómo sigues de la rodilla?” le pregunta uno de los seminaristas. “Muy caprichosa” responde el pontífice al hablar de los problemas en la rodilla por lo que fue visto por primera vez en una silla de ruedas en un acto público a inicios de mayo y tuvo que posponer un viaje a Líbano.
El seminarista sucesivamente le dice “pero gracias por tu sonrisa, tu alegría por estar aquí a pesar de las molestias. Nos das mucho ejemplo también para los futuros sacerdotes”.
Francisco, de 85 años, les responde desde el papa móvil con una mirada pícara: ¿Sabes qué necesito para la pierna? Un poco de tequila”, al que todos sueltan las carcajadas.
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“Si un día vamos a Santa Marta te llevamos una botellita”, le aseguran al referirse a una visita a la residencia privada de Francisco en el Vaticano.
No es la primera vez que el pontífice argentino bromea y hace alarde de buen humor con las personas que lo saludan durante la audiencia general.
No ahorra tampoco comentarios divertidos sobre los dolores de la rodilla que padece desde hace meses por lo que fue sometido a una infiltración a inicios de mayo debido a la rotura del ligamento para aliviarle el dolor.
¿Cómo sigue @Pontifex_es de su rodilla y qué necesita para mejorarse? Lo dice él mismo a unos religiosos legionarios de Cristo -con un poco de humor-: necesita un… ¡tequila! pic.twitter.com/F6FuYjv9ew
— Legionarios de Cristo (@LegiondeCristo) May 11, 2022
En enero explicó durante una audiencia general a los fieles sus problemas de salud: “Es algo temporal. Dicen que esto solo le ocurre a la gente mayor, y no sé por qué me ocurrió a mí…”, concluyó sonriendo mientras los asistentes aplaudían.