“Desde hace un año, John superó las esperanzas de sobrevida”, escribió su familia en un comunicado.
“Pero los progresos de la enfermedad y el envejecimiento inexorable han dado su veredicto. Con su habitual determinación, él decidió poner fin en lo sucesivo a su tratamiento médico”, agregaron sus familiares.
El comunicado no indicaba el estado de salud del senador, pero abandonar el tratamiento significaba que el paciente había perdido toda esperanza de curarse de la enfermedad.
“Gracias a todos por vuestro apoyo continuo y vuestras plegarias”, escribió en Twitter su hija Meghan McCain. “No podríamos haber llegado tan lejos sin ustedes. Ustedes nos han dado la fuerza para continuar”, añadió.
El legislador fue un peso pesado dentro del Partido Republicano y ocupó una banca en el Senado desde hace tres décadas.
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El expiloto de la Marina pasó varios años en prisión durante la guerra de Vietnam.
Perdió las elecciones presidenciales de 2008 ante Barack Obama y fue ridiculizado por elegir a la controversial política de Alaska, Sarah Palin, como su compañera de fórmula para la vicepresidencia.
“Ningún hombre en este siglo ejemplifica mejor el honor, el patriotismo, el servicio, el sacrificio, y poner al país como prioridad que el senador John McCain”, dijo el ex candidato presidencial republicano Mitt Romney.
“Su heroísmo inspira, su vida da forma a nuestro carácter. Soy bendecido y honrado por nuestra amistad”, añadió.
Crítico de Trump
Sin más elecciones en las que competir, desde 2016 fue un inusual y franco crítico del presidente Donald Trump desde las filas republicanas.
Conocido por su temperamento explosivo, acusó al presidente número 45 de “ingenuidad”, “egoísmo” y de simpatizar con los autócratas.
Después de la reciente cumbre de Trump con el presidente ruso, Vladimir Putin, McCain describió con acidez su comportamiento como “una de las actuaciones más vergonzosas de un presidente estadounidense en la memoria”.
Eso le ganó la ira de Trump, quien regularmente culpó a McCain por su fracaso en reformar las leyes de salud de la era Obama y se negó a decir su nombre cuando firmó la ley epónima “John S. McCain National Defense Authorization Act”.
McCain se ausentó al Senado en meses, quedándose en su casa en Arizona para ser tratado por la misma forma de cáncer cerebral que, en 2009, le quitó la vida a otro gigante del Congreso, el demócrata Ted Kennedy.
“Amo a mi esposo con todo mi corazón. Que Dios bendiga a todos los que lo han cuidado a mi esposo en este viaje”, dijo su esposa, Cindy.
John Boockvar, director del Centro de Tumores del Hospital Lenox Hill en Nueva York, dijo que ese tipo de cáncer es “incurable”.
“Probablemente esté en la parte terminal de su enfermedad”, dijo Boockvar a la AFP, quien no ha tratado a McCain pero es un experto en el tema.
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