“Creo de verdad que el espacio nos pertenece a todos”, afirmó al anunciar su vuelo previsto para mañana domingo 11 de julio, unos días antes del de Jeff Bezos, el riquísimo fundador de Amazon.
El famoso británico de sonrisa hollywoodiense se toma la revancha siete años después del accidente de la nave SpaceShipTwo de Virgin Galactic: un error de uno de los dos pilotos hizo que se desintegrara en vuelo.
“El riesgo forma parte, por supuesto, de volar en el espacio”, admitió entonces el magnate británico.
Branson, de 70 años, ha lidiado con el riesgo a lo largo de toda su carrera empresarial, desde el fichaje de la turbulenta banda punk Sex Pistols por su sello musical Virgin Records a finales de los 1970 hasta el lanzamiento de Virgin Atlantic unos años después.
La aerolínea transatlántica, durante mucho tiempo buque insignia del grupo Virgin, se vio muy afectada por la pandemia y tuvo que refinanciarse varias veces para evitar la quiebra.
El multimillonario trató de solicitar ayuda al gobierno conservador de Boris Johnson, pero este lo rechazó creyendo probablemente que las finanzas de Branson le permitían rescatar su empresa sin recurrir al contribuyente. Al final tuvo que poner al menos 200 millones de libras (US$275 millones, 230 millones de euros) de su bolsillo.
El imperio de Branson, que comenzó en 1970 con un negocio de venta de discos por correo, incluye ahora varios centenares de empresas en las que el grupo tiene a veces sólo una participación minoritaria.
El año pasado reivindicaba unos 70 mil empleados y una facturación estimada en unos US$23 mil millones. Las actividades del grupo abarcan desde los gimnasios hasta las telecomunicaciones, pasando por la prensa, el turismo y el reciclaje.
Pero al final, este hijo de un abogado y una bailarina convertida en azafata, nacido en el sureste de Londres, ha amasado una fortuna personal estimada en unos US$5 mil 600 millones por la revista Forbes.
Y eso tras dejar la escuela a los 17 años para fundar una revista para estudiantes.
Abundancia de retos
“Lanzar un nuevo negocio es siempre una aventura”, resumía Branson hace unos meses en un artículo para la revista estadounidense Entrepreneur.
Pero a veces él se toma la “aventura” al pie de la letra, multiplicando sus hazañas paradeportivas y cultivando de paso su imagen de amante del riesgo al margen de lo establecido.
Fue la primera persona, junto con el sueco Pers Lindstrand, en cruzar el océano Atlántico en globo en 1987, y el océano Pacífico cuatro años después.
El “multimillonario volador”, como le llamó la prensa británica durante mucho tiempo, estuvo a punto de perder la vida, como en 1996 cuando intentó dar la vuelta al mundo sin escalas en un globo y se estrelló en Argelia.
Pero en 2004 batió un nuevo récord al cruzar el Canal de la Mancha en un coche anfibio. Luego hizo varios intentos de dar la vuelta al mundo en globo aerostático con su amigo Steve Fossett, fallecido desde entonces en un accidente aéreo, y montó una expedición a fosas submarinas inexploradas.
Este hombre ya ha experimentado el fracaso, desde el colapso de su marca de refrescos Virgin Cola hasta los cierres en serie de sus librerías y tiendas de discos Virgin Megastore.
También está acostumbrado a las críticas, como las que acompañaron su exilio a Necker, una de las Islas Vírgenes Británicas, un archipiélago considerado un paraíso fiscal.
Él se defiende diciendo que la compró “por su belleza” y por una módica cantidad cuando sólo tenía 29 años.
En la que sea quizá la clave de su trayectoria, recientemente dio dos consejos en su blog a los aspirantes a empresarios: “pueden hacer cualquier cosa si se deciden” y “dejen de preocuparse por lo que piensen los demás”.
¿Qué dice Bezos?
El fundador de Amazon, Jeff Bezos, remarcó este sábado 10 de julio que el vuelo al espacio mañana domingo del multimillonario Richard Branson no debería considerarse como tal ya que no llegará a la altitud suficiente, 100 kilómetros, algo que aseguró sí logrará con su viaje tripulado en el Blue Origin.
Un día antes del despegue de Branson con un aeronave de su compañía Virgin Galactic, que alcanzará una altitud de 80 kilómetros, Bezos trató de restar importancia a ese viaje.
“Solo el 4% del mundo reconoce el límite de 80 kilómetros o 50 millas como el principio del espacio. New Shepard vuela por encima de ambos. Uno de los muchos beneficios de volar con Blue Origin“, dijo la compañía en un comunicado sobre la misión de su aeronave.
Bezos ha insistido en que el espacio comienza en la llamada línea Kármán, a 100 kilómetros de altitud, límite que sí traspasará su aeronave.
Branson volará mañana desde Nuevo México junto a otros tres tripulantes y dos pilotos, nueve días antes de la misión planeada por el fundador de Amazon, en medio de una creciente rivalidad entre los multimillonarios.
Bezos anunció a principios de junio su intención de viajar al espacio a bordo de una aeronave de su compañía Blue Origin, que lleva desde principios de siglo compitiendo con Virgin Galactic en la carrera de transporte aeroespacial de pasajeros.
Junto a él, viajarán su hermano, Mark Bezos, la piloto de 82 años Wally Funk y un cuarto pasajero que se impuso en la subasta lanzada por Blue Origin al pagar 28 millones de dólares y cuyo nombre aún no ha sido revelado.
Bezos y Branson comparten su obsesión con el espacio con el también multimillonario Elon Musk (Tesla y SpaceX).
Musk ha expresado deseos de fundar una ciudad en Marte que tenga un millón de habitantes en 2050, en tanto que Branson se propone trasladar al espacio el modelo actual de viajes aéreos, con trayectos a altísima velocidad y transporte a hoteles en otros planetas.