Aparentemente los seis murieron por asfixia tras el incendio que protagonizaron manifestantes”, dijo el viceministro de Seguridad Ciudadana, Marcelo Elío.
Elío acusó a “grupos infiltrados” afines a la alcaldesa de esa ciudad vecina de La Paz, Soledad Chapetón, del opositor Unidad Nacional de haber “orquestado” la protesta y el asalto a las oficinas ediles para desprestigiar al gobierno.
Pero Chapetón declaró poco antes que los manifestantes “ingresaron a la unidad de investigación para quemar documentos de procesos en contra de ex dirigentes” del gobernante Movimiento al Socialismo que controló esa alcaldía hasta el año pasado.
Elío dijo que los cuatro fallecidos fueron encontrados en un baño donde se refugiaron para huir del humo, pero medios locales informaron de cinco fallecidos.
La protesta comenzó en la mañana cuando juntas escolares de padres de familia convocaron a marchar para reclamar a la alcaldesa mayor infraestructura en las escuelas públicas de esa ciudad.
A los manifestantes se unieron estudiantes de la Universidad Pública El Alto.
Los manifestantes prendieron una pira en las puertas de la alcaldía donde quemaron documentos, muebles y equipos.
Los funcionarios no pudieron contener a la turba.
Un jefe policial reconoció que la policía antimotines reaccionó después que estallara el asalto a las oficinas.
La violenta protesta tenía lugar casi a la misma hora en que el presidente Morales cerraba su campaña en otro sitio de la ciudad para el referendo del domingo.
Hasta ahora la campaña electoral se había desarrollado en tranquilidad.
El domingo los bolivianos acudirán a las urnas para votar si aceptan o no una reforma de la Constitución que permitiría a Morales una nueva reelección en el 2019.
El mandatario lleva 10 años en el poder y según la Constitución vigente esta sería su última gestión.