El recluso pasó siete años en la instalación médica de la prisión mientras cumplía su cadena perpetua.
“Nos entristece tu partida, padre”, tuiteó en árabe la hija del clérigo, Asmaa.
Abdel-Rahman fue un líder espiritual crucial para extremistas y se convirtió en un símbolo para los radicales durante sus décadas en las prisiones de Estados Unidos, donde su cautiverio inspiró complots, protestas e incitaciones a la violencia.
La única persona acusada en ese país por los atentados del 11 de septiembre de 2001, Zacarias Moussaoui, ha dicho que él entrenaba para una misión de estrellar un avión contra la Casa Blanca en caso de que el gobierno se rehusara a liberar a Abdel-Rahman.
Ciego desde la infancia a consecuencia de la diabetes, Abdel-Rahman fue líder de uno de los grupos extremistas más temidos de Egipto, el Gamaa Islamiya, o Grupo Islámico, que en su punto de mayor fuerza encabezó una campaña de violencia con el objetivo de derrocar al entonces presidente Hosni Mubarak.
Responsable de ataques
Abdel Rahman huyó de Egipto hacia Estados Unidos en 1990 y comenzó a enseñar en una mezquita de Nueva Jersey. Un círculo de sus fieles fue condenado por el ataque con un camión repleto de explosivos al World Trade Center de Nueva York en el que murieron seis personas el 26 de febrero de 1993, el cual fue perpetrado ocho años antes de que combatientes suicidas de Al Qaeda estrellaran aviones comerciales que derribaron los edificios.
Posteriormente en 1993, Abdel-Rahman fue acusado y declarado culpable como líder del grupo que conspiró para realizar un atentado en las Naciones Unidas y otros puntos importantes de Nueva York como el puente George Washington y los túneles Lincoln y Holland.
Esos ataques nunca se llevaron a cabo, pero el juez federal de distrito Michael Mukasey, quien posteriormente se convirtió en secretario de Justicia, les dijo a los acusados durante la sentencia que, si los planes no hubieran sido frustrados, habrían “causado una devastación a una escala más allá de lo imaginable, ciertamente a una escala desconocida para este país desde la Guerra Civil”.