El buque de Aduanas y Protección de Fronteras avistó la embarcación que supuestamente contrabandeaba con migrantes cerca de Encinitas, en el condado de San Diego, antes del amanecer y le ordenó que se detuviese. Se presumía que las 20 personas a bordo trataban de ingresar al país ilegalmente, dijo Jackie Wasiluk, vocera del departamento.
Los agentes ordenador al barco que se detuviese y realizaron disparos de advertencia pero desde la embarcación de 8 metros de eslora les ignoraron, agregó.
Los dos barcos chocaron luego.
El presunto barco patera volcó, arrojando a todos sus ocupantes al mar, y se hundió.
Los agentes sacaron a los ocupantes de las aguas. Cuatro personas fueron llevadas a un hospital, donde una mujer murió, apuntaron las autoridades.
Los otros fueron detenidos, incluyendo los tres ingresados.
No estuvo claro de inmediato si el barco con los migrantes golpeó a la patrulla por accidente o a propósito.
Los contrabandistas suelen emplear barcos pequeños para pasar drogas o personas desde México a Estados Unidos, evitando las fuertemente vigiladas fronteras terrestres.
En los últimos años han llegado a encontrarse embarcaciones en puntos tan alejados como el centro de estado de California.
El viaje es arriesgado y las confrontaciones con las autoridades estadounidenses se han vuelto letales.
El año pasado, un hombre mexicano fue condenado a cadena perpetua por estrellar su barco de 9 metros de eslora (30 pies) contra uno de la Guardia Costera durante una patrulla antiinmigración ante la isla de Santa Cruz, en el sur de California, en el 2012.
En ese incidente falleció un miembro de la Guardia Costera.