Macri nació en 1930 en la ciudad de Roma, y emigró a Argentina con la mayoría de edad recién cumplida y sin hablar prácticamente el español, en una época en la que millones de italianos repetían ese camino.
A su llegada al país ejerció varios oficios, que compaginó con los estudios ingeniería, pero a los pocos años ya había fundado sus primeras empresas, de las que obtuvo sus éxitos iniciales de la mano de la construcción.
Los negocios de Franco Macri prosperaron con rapidez, y en la década de 1970 vivió el despegue de sus empresas que le situó como uno de los principales empresarios del país, un puesto en el que se consolidó en los años 90.
Según coinciden los obituarios de los medios argentinos, Franco Macri siempre supo mantener sus relaciones con los sucesivos Gobiernos, de muy distinto color político.
Padecía de demencia
El grupo empresarial del emigrante italiano y más tarde nacionalizado argentino se integró en los años 70 en la compañía Sociedad Macri, en la que comenzó su carrera su hijo Mauricio Macri en los años 80, ocupando pronto puestos de dirección.
Mauricio Macri, que ya había reconocido en 2017 que su padre padecía de demencia, habló hace pocos días del estado de salud de su progenitor, sobre el que contó que “está acá y no esta acá, está postrado y si tiene algún momento de lucidez la debe pasar muy mal, porque toma conciencia de su incapacidad de hacer y de su pérdida de vitalidad”.
La última vez que el presidente le vio consciente fue hace un año, cuando su padre le pidió “una pastillita para sacarlo de acá”, porque sufría al “no poder hacer nada y depender de asistencia para todo”, según dijo Mauricio Macri al borde de las lágrimas.
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