“Descubrimos que, en promedio, 35% de los corales han muerto o se están muriendo en 84 arrecifes que estudiamos en las zonas norte y centro de la Gran Barrera, entre Townsville y Papua Nueva Guinea”, alertó, en un comunicado, firmado por tres grandes universidades.
“Es la tercera vez en 18 años que la Gran Barrera de Coral vive un episodio grave de blanqueamiento debido al cambio climático, y el episodio actual es más extremo que los constatados en el pasado”.
Se necesita al menos una década para que los corales se recuperen, “pero tomará mucho más tiempo recuperar los corales más grandes y antiguos que murieron”, añaden los científicos.
La subida de la temperatura del agua provoca la expulsión de las algas simbióticas que proporcionan color y alimento a los corales.
Si el agua se enfría, los arrecifes pueden recuperarse, pero si el fenómeno persiste pueden morir.
La Unesco estuvo a punto de incluir a este sitio inscrito en el Patrimonio de la Humanidad, que se extiende sobre unos 345 mil kilómetros cuadrados, en la lista de lugares en peligro.
Un portavoz del ministerio australiano del Medioambiente, Greg Hunt, había dicho a mediados de mayo que el gobierno intentaba “más que nunca” proteger este arrecife.
Sin embargo, la semana reveló que Canberra intervino para que todas las referencias a Australia, incluyendo a la Gran Barrera de Coral, sean retiradas de un informe de la ONU sobre las consecuencias del calentamiento global en sitios inscritos en el Patrimonio de la Humanidad.