El pequeño fue llevado un hospital, luego de que la madre Yésica del Carmen Aquino, de 32 años, indicara que se había ahogado con leche.
Sin embargo, médicos constataron que el bebé tenía golpes en varias partes del cuerpo, por lo que avisaron a las autoridades para comenzar una investigación.
León no sobrevivió muchas horas, a pesar de los esfuerzos del personal de enfermería y médicos del centro asistencial.
Gabriela Mateos, fiscal de Berazategui, Buenos Aires, ordenó la detención de la mujer y de su pareja, Roberto Fernández, de 27 años, luego de haber efectuado una necropsia al cuerpo del pequeño.
Según los análisis, el niño sufrió maltratos desde su nacimiento y falleció por septicemia traumática.
El personal forense de la localidad encontró golpes, mordeduras y pinchazos por todo el cuerpo, causados por una aguja oxidada que fue hallada en el cadáver del niño.
Las autoridades creen que esa aguja oxidada pudo haber provocado una infección que causó la septicemia.
Los padres del pequeño enfrentan señalamientos por homicidio calificado y agravado por el vínculo, premeditación, ensañamiento y alevosía, con la alternativa de homicidio por comisión y omisión.
Se conoció que vecinos de la familia habían denunciado a las autoridades varias agresiones que la pareja cometía contra León y sus cuatro hermanos, quienes ahora están bajo el resguardo de una tía.