“Ustedes saben que quise ser presidente. Pero no quiero hacer las cosas más difíciles para que otro candidato se alce con mejores oportunidades de ser elegido presidente”, explicó Romney.
“No se imaginan lo difícil que es para Ann (su esposa) y para mi retirarnos, sobre todo tomando en cuenta su apoyo y el de tantas personas en todo el país. Pero pensamos que es la mejor solución para el partido y el país”.
Romney, quien fue gobernador de Massachusetts durante dos mandatos y candidato a la presidencia en dos ocasiones, añadió que es “improbable” que cambie de opinión.
En las dos ocasiones que participó en el 2008 y en 2012 fue derrotado por el actual presidente estadounidense Barack Obama.
Romney puso a todos los analistas políticos estadounidenses en vilo hace tres semanas al anunciar que estaba considerando optar de nuevo a la Presidencia de Estados Unidos.
Los gestos y señales lanzadas estas últimas semanas por Romney a sus seguidores hacían pensar a la mayoría de analistas que concurriría una tercera vez a la Presidencia, pese a la dolorosa derrota sufrida frente a Obama en 2012.
El aspirante a la candidatura republicana que suena con más fuerza, el exgobernador de Florida Jeb Bush, emitió un comunicado tras el anuncio de Romney en el que destacó el liderazgo de su compañero de partido durante años.
“Aunque estoy seguro que su decisión no fue fácil, sé que Mitt Romney no dejará de trabajar por renovar la promesa estadounidense de progresar, apoyar la libre empresa y fortalecer la defensa nacional”, indicó Bush, que colaboró de cerca con Romney durante la campaña de 2012.
“Espero poder trabajar con él para asegurarme de que todos los estadounidenses tienen la oportunidad de mejorar”, añadió Bush, que podría tener en Romney un importante apoyo si finalmente opta a la candidatura republicana, algo que es probable a juzgar por la infraestructura financiera que está preparando.
En el lado demócrata, todo apunta a que la ex primera dama y antigua secretaria de Estado Hillary Clinton será la candidata a la Presidencia, apoyada por una sólida red de recaudación y unas encuestas que la sitúan como la aspirante más popular