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El Informe Centroamericano sobre Derechos Humanos y Conflictividad Social 2019-2020 es el resultado del trabajo de diversas organizaciones de la región aglutinadas en el Equipo Regional de Monitoreo y Análisis de Derechos Humanos en Centroamérica.
El documento, presentado en un evento virtual, recoge las principales problemáticas que enfrenta la región y alerta sobre la consolidación de sistemas políticos autoritarios en Centroamérica.
El panorama
Marlin Sierra, del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, señaló que en toda la región “persisten los problemas de desigualdad, exclusión social, pobreza, violaciones a derechos fundamentales como el derecho a la vida, la libertad de expresión, organización, asociación y manifestación”.
Indicó que en el último año “hemos encontrado que los procesos democráticos más que debilitarse han dado paso a la consolidación de sistemas políticos autoritarios con tendencia a la instauración de Gobiernos dictatoriales como en el caso de Nicaragua”.
Otros países, señaló, vienen implementando “sistemas políticos híbridos que contienen acciones democráticas pero con acciones autoritarias”, como en el caso de El Salvador, Honduras, Guatemala y Panamá.
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“Vemos como la gestión gubernamental se caracteriza por el aumento del militarismo, intolerancia política y la usurpación de funciones de otros poderes del Estado“, subrayó.
La nicaragüense indicó que se observa a una ciudadanía movilizada, conflictuada y violentada “ante los abusos de poder, lo que resulta en demandas y reclamos”, situación que podría “empeorar”.
En la pandemia
En el contexto de la pandemia, señaló Sierra, fue evidente el retroceso democrático a la libertad de expresión, “esta se vio restringida en las medidas tomadas por los Gobiernos durante los estados de emergencia donde hubo restricciones generalizadas a la libertad de reunión y movilización pacífica”.
En el marco de la pandemia también se vio como se han dado manifestaciones y protestas por parte de la población en demandas de sus derechos y “estas han sido prácticamente reprimidas de manera brutal“.
Puntualizó que la libertad de expresión a la prensa y el acceso a la información pública “está siendo cortada por los Gobiernos mediante la difusión de noticias falsas, utilizando la institucionalidad de Estado para asediar a medios y cortar a periodistas de forma directa en actividades gubernamentales”.
“Resulta alarmante la situación de enfrentan los medios de comunicación, periodistas y comunicadores que son objeto de graves violaciones de derechos humanos, situación propia de estados autoritarios”, añadió.
Corrupción, violencia y crimen
Sierra dijo que el informe también señala que la corrupción continúa siendo un problema que flagela el Estado Constitucional y el Estado democrático de derecho, fortaleciendo una cultura de impunidad.
Apuntó que, por otra parte, la violencia y el crimen “siguen constituyendo uno de los problemas claves para el desarrollo de los países de Centroamérica”, ya que “las políticas públicas están diseñadas para que los gobernantes ganen popularidad y no para solventar los problemas de inseguridad que enfrentamos en la región”.
“La violencia que vivimos en la región sigue estando presente, así como las pandillas y el narcotráfico (…) a pesar de los presupuestos que se dan para los ministerios de defensa o para la militarización misma que se vive en las ciudades, pero no hay ninguna protección”, manifestó.
Indicó que la violencia hacia la mujer, la población LGTBI e indígena “sigue empeorando” y “no se percibe un cambio sustancial en la prevención de estos casos”.
“Si no se han contrarrestado todos estos males durante estos tiempos de sistemas democráticos es muy difícil que se puedan erradicar en sistemas autoritarios”, agregó.
*En alianza con Forbes México y Centroamérica*