La marcha fue convocada por la organización Sociedad Civil Catalana bajo el el lema “Ahora más que nunca, ‘seny’” y fue secundada por las fuerzas políticas que están a favor de España: el Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy, el Partido Socialista de Cataluña (PSC) y el liberal Ciudadanos.
Las calles de Barcelona se llenaron de banderas catalanas (no independentistas) y banderas de España, así como de pancartas con lemas como “Estamos hartos” y “Som Catalunya, somos España”.
Peticiones
“Hoy volvemos a salir a la calle para pedir un Gobierno sin corrupción, que respete las leyes y que gobierne para todos los catalanes”, dijo a la prensa Albert Rivera, líder de Ciudadanos, partido que ganó las elecciones en Cataluña el pasado diciembre, aunque sin apoyos suficientes para poder gobernar en la región.
“Europa no puede dar apoyo a un proyecto separatista”, destacó por su parte el ex primer ministro francés Manuel Valls, quien pidió un diálogo político para llegar a una solución en Cataluña ante la evidencia de que el “proyecto separatista ha fracasado”.
Situación política
Cataluña se encuentra en un limbo desde hace meses. El proceso independentista llevó en octubre al Gobierno español de Mariano Rajoy a intervenir la autonomía de la región, destituir al Ejecutivo catalán del separatista Carles Puigdemont y convocar elecciones.
Aunque las fuerzas independentistas obtuvieron mayoría absoluta en las urnas, la situación judicial de los posibles candidatos a presidente, investigados por la Justicia por sus planes de ruptura con España, han impedido hasta ahora materializar su investidura.
Puigdemont se encuentra prófugo en Bélgica desde octubre y sobre él pesa una orden de detención en España. Otros líderes separatistas como el diputado Jordi Sànchez, actual candidato a “president” del Gobierno regional, se encuentran en prisión provisional.
Es la tercera vez que los no independentistas se manifiestan de forma masiva en Cataluña en los últimos meses. La primera gran movilización tuvo lugar el pasado octubre, coincidiendo con la celebración de un referéndum soberanista ilegal en la región y con una proclamación fallida de independencia en el Parlamento catalán.