Internacional

Trump llama a Biden “marioneta” de la “izquierda radical” en mitin que reúne a miles

Miles de simpatizantes desafían al coronavirus, aunque debieron firmar un documento donde renuncian a demandar a los organizadores del mitin en caso resulten contagiados.

Simpatizantes de Trump esperan ingresar al acto de campaña en Tulsa, Oklahoma. (Foto Prensa Libre: AFP)

Simpatizantes de Trump esperan ingresar al acto de campaña en Tulsa, Oklahoma. (Foto Prensa Libre: AFP)

El presidente estadounidense, Donald Trump, criticó el sábado por la noche a su adversario demócrata en las elecciones de noviembre, Joe Biden, al que calificó de “marioneta” de la “izquierda radical”, en su primer mitin en tres meses.

“En los Estados Unidos de Joe Biden, los saqueadores y los extranjeros en situación irregular tienen más derechos que los estadounidenses que respetan la ley”, añadió durante el mitin en Tulsa, Oklahoma.

El mandatario republicano aprovechó su discurso para afirmar que está con buena salud, después de una reciente ceremonia de graduación en la que pareció mostrar señales de cansancio.

“Les haré saber si hay algún problema”, dijo Trump a sus seguidores. “Hay un problema con Biden, eso sí que puedo decirlo”, añadió el presidente de 74 años sobre su rival de 77.

“Son unos guerreros”

Trump, llamó este sábado “guerreros” a quienes asistieron a su mitin de campaña, pese a las advertencias contra las reuniones de grandes multitudes por la pandemia de coronavirus.

“Ustedes son guerreros”, dijo a sus miles de seguidores en su acto de campaña, aunque el lugar del evento no estaba repleto.

“La mayoría silenciosa es más fuerte que nunca antes”, dijo el presidente, asegurando que vencerá a su contrincante demócrata Joe Biden en las elecciones de noviembre.

Minutos antes del discurso de Trump en el mitin, su equipo de campaña había reconocido que la asistencia no era la que estaban esperando y denunciado la actitud de “manifestantes radicales” y “una semana de cobertura mediática apocalíptica”.

Los alrededores del vallado instalado alrededor del BOK Arena se llenaron de partidarios de Trump que acudieron con gorras y camisetas rojas representativas del “Make America Grat Again”, pero muy pocos llevaban tapabocas.

Los signos de distanciamiento social también faltaron a la cita, a pesar de que los casos de coronavirus se han disparado en Oklahoma.

El presidente minimizó el riesgo de que el mitin de esta tarde, que tendrá a miles de asistentes gritando y cantando, pueda desencadenar un brote de coronavirus y priorizó el empuje que este acto debiera darle a su campaña electoral, opacada por la pandemia.

Lo que está en juego en Tulsa no puede ser mayor, tanto por la salud de las 19 mil personas que pasarán horas en el estadio como por las aspiraciones electorales de un Trump que a cinco meses de las elecciones va por detrás de su rival demócrata, Joe Biden, según las encuestas.

“Estamos aquí para demostrar que apoyamos al presidente Trump y que nosotros, el pueblo, ganaremos las elecciones del 2020, sin importar lo que digan los medios de comunicación falsos y otras grandes empresas liberales, izquierdistas y controladoras de la mente”, dijo Brad, un hombre blanco que se negó a dar su apellido.

La manifestación ha sido polémica más allá de los riesgos de contagio. Originalmente el acto estaba programado para el viernes, el día en que se conmemora el fin de la esclavitud en Estados Unidos, en una ciudad escenario de una de las peores masacres de personas negras en la historia de Estados Unidos.

El sábado, la multitud congregada fuera del estadio era mayoritariamente blanca.

Este será el primer mitin de Trump desde que el 2 de marzo el país inició un confinamiento para tratar de frenar la propagación del nuevo coronavirus.

Desde marzo, la pandemia ha matado a casi 120 mil personas en el país y ha propinado un duro golpe a la economía local que hasta la pandemia era el punto fuerte de Trump a la hora de sumar votos.

Para el magnate y sus partidarios, que se espera que acudan en gran número a votar en estados claves en la elección de noviembre, Tulsa es la vidriera en la que deben mostrar su fuerza.

Eric Trump conversa con medios de comunicación en el primer mitin de su padre, el presidente Donald Trump, en en el Bok Center en Tulsa, Oklahoma. (Foto Prensa Libre: Agence France-Presse)

“Este es un momento superimportante para todos nosotros”, dijo Stephen Corley, de 19 años, mientras acampaba fuera del estadio desde el martes para asegurarse un lugar junto a Trump.

“Todos tenemos un propósito y una meta común aquí. Es una oportunidad única en la vida”, agregó.

Estado rojo

La tarea de Trump este sábado, en un Oklahoma abrumadoramente republicano, es revivir una campaña sacudida por su manejo de la pandemia y salir a flote tras semanas de tensiones raciales.

Más allá de las esperables críticas de Biden y otros líderes demócratas, el mandatario ha recibido duros golpes de un puñado de compañeros republicanos.

El último y más profundo llegó de su exasesor de seguridad nacional John Bolton en la antesala la publicación de su libro “The Room Where it Happened”, en el que describe a Trump como ignorante y corrupto.

El sábado un juez rechazó el intento del gobierno de impedir que el libro llegue al público.

Peligro viral

Mientras Trump tira los dados políticos, afuera decenas de miles de partidarios y manifestantes contrarios al presidente se arriesgan a contraer la covid-19.

El viernes, la Suprema Corte del estado falló en contra de una demanda que buscaba prohibir el mitin.
“Confiamos en que podemos brindar seguridad en Tulsa”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany.

Los organizadores del evento proporcionarán desinfectante para manos y tapabocas a quienes lo requieran y controlarán la temperatura.

Los asistentes deberán firmar un documento para prohibir que presenten demandas contra los organizadores del acto en caso de contagio de coronavirus.

Jody, una partidaria de Trump que se negó a dar su apellido, espera para entrar al mitin desde temprano con su hijo Aaron, de cinco años, caracterizado de Trump.

Sin mascarillas y sin respetar el distanciamiento social, así esperaban cientos de simpatizantes de Donald Trump ingresar al BOK Center en Tulsa, Oklahoma, para el primer mitín del mandatario estadounidense. (Foto Prensa Libre: Agence-France Presse)
Sin mascarillas y sin respetar el distanciamiento social, así esperaban cientos de simpatizantes de Donald Trump ingresar al BOK Center en Tulsa, Oklahoma, para el primer mitín del mandatario estadounidense. (Foto Prensa Libre: Agence-France Presse)

A diferencia del presidente, que ha sido inflexible al negarse a mostrarse en público con mascarilla, Jody dijo que usarían tapabocas.

“Conocemos a seis personas que han estado enfermas a causa de covid-19, así que absolutamente” llevaremos tapabocas, dijo.

“Pero no se puede obligar a la gente a hacer algo que no quieren”, matizó.