“Cuidamos este primer experimento de frijol atacado por 15 días de sequía y dos temporales, al grado que nos tildaban de locos, pero hoy muchos admiran la cosecha” , relató a la AFP el presidente de la finca Colombia, Baltazar García, de 45 años.
La variedad del frijol color rojo claro resistente a las plagas del virus del mosaico dorado y a la mustia hilachosa, fue desarrollada con asistencia del Centro de Tecnología Agropecuaria (CENTA) y bautizada como CENTA-EAC por las iniciales de Enrique lvarez Córdova, un terrateniente y luchador social asesinado por la ultraderecha en 1980.
Sin transgénicos
“La semilla CENTA EAC está totalmente exenta de un proceso transgénico” , explicó a la AFP Aldemaro Clará, uno de los expertos del CENTA que trabajó en su creación.
“Es producto de un cruzamiento simple de plantas de frijol rojo y de frijol negro, en un proceso que en este caso llevó en el terreno cinco años seleccionando y descartando plantas hasta sacar la variedad que se desea” , detalló Clará.
El círculo de investigación para el CENTA-EAC se inició en los laboratorios del Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) de Colombia y la Escuela Panamericana de El Zamorano, en Honduras, donde se hizo “la hibridación” . Finalmente se cultivó en El Salvador.
Este año, una prolongada sequía impactó con dureza a los países centroamericanos con millonarias pérdidas centradas en municipios del corredor seco, que desde Guatemala hasta Costa Rica, abarcó al menos 30% de los 521.000 km2 de la región, según el Consejo Agropecario Centroamericano (CAC) , que agrupa a los ministerios del sector.
El calentamiento global impactaría a esta región con sequías y periodos de lluvia más prolongados, según los expertos.
Además, Centroamérica enfrenta la rápida diseminación y aumento de agresividad de enfermedades como moniliasis, que ha destruido plantaciones en todo el mundo y que se ha agravado por el cambio climático.
“Si ya el problema de las enfermedades es grande, éste se podría potenciar como consecuencia del cambio climático si no se toman medidas urgentes” , advirtió el investigador Wilberth Phillips del Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza de Costa Rica.
Adaptación
Ante las recurrentes sequías, desde 2005 técnicos en laboratorios de la región han hecho cruces de semillas y, con la ayuda de campesinos, constataron que es posible desarrollar una agricultura adaptada para enfrentar las condiciones climáticas extremas.
“Nuestra misión es producir semillas resistentes al cambio climático que para la agricultura de la región representa altas temperaturas, sequías más prolongadas, épocas lluviosas más violentas” , resume Rolando Ventura, del CENTA.
El Instituto de Ciencia y Tecnología Agrícola (ICTA) de Guatemala espera liberar en los próximos meses el frijol ICTA-Chorti, tolerante a la sequía y con elevados niveles de hierro.
En Nicaragua, el Instituto de Tecnología Agropecuaria (INTA) produjo otra variedad de frijol rojo denominada Inta-Tomabú resistente a la sequía, cultivado en el municipio suroccidental de San Lorenzo.
“Aquí casi no llovió. Regábamos el cultivo de frijol INTA Tomabú cada doce días con un sistema de riego por goteo. Estoy encantada con esta semilla porque se adapta al clima seco del municipio” , expresó la productora Cándida Lazo, quien validó la semilla en su parcela.
Semillas resistentes
Panamá fue uno de los primeros países de la región en trabajar con variedades de maíz más resistentes a la variabilidad climática, y desarrolló una nueva semilla de maíz blanco y amarillo. “En el caso del maíz son granos semidentados compatibles con temperaturas altas de 35 a 36 grados y con tolerancia a sequía” , explicó a la AFP José Alberto Yau, subdirector nacional de semilla del Instituto de Investigación Agropecuaria (Idiap) .
En El Salvador los agricultores disponen de la variedad de maíz Centa-Pasaquina, y aunque es resistente a la sequía todavía no es atractiva para los productores porque su rendimiento es considerado bajo.
Los técnicos salvadoreños concentran esfuerzos en combatir “la mancha de asfalto” , que son tres hongos que pudren el maíz y que surgió con el aumento de las temperaturas.
Bajo la denominación Inta-Jinotega, Nicaragua presenta una semilla de tomate de “polinización libre” , resistente a la virosis, que se adapta al cambio de temperaturas y puede sembrarse en un clima superior a los 25 grados centígrados.