Internacional

Nueve muertos dejan balaceras en turística Riviera Maya en Cancún

Dos balaceras en dos días consecutivos sacudieron la Riviera Maya con saldo de nueve muertos en una región turística que había estado libre de los altos niveles de violencia que han afligido a otras zonas de México por las pugnas entre narcotraficantes.

Peritos recaban evidencias en el lugar donde ocurrió la balacera. (Foto Prensa Libre: EFE).

Peritos recaban evidencias en el lugar donde ocurrió la balacera. (Foto Prensa Libre: EFE).

Un policía estatal y tres delincuentes murieron en un ataque a balazos perpetrado el martes contra un edificio de la fiscalía del estado de Quintana Roo, en el balneario de Cancún, que repelieron efectivos del contiguo centro de operaciones de la policía, informó el gobernador Carlos Joaquín González.

Otros cinco pistoleros fueron detenidos, añadió el gobernador.

Lo único que revelan (las balaceras) es que vamos en el camino correcto y no vamos a bajar la guardia, añadió el gobernador, quien pidió al gobierno federal el envío de más fuerzas de seguridad.

La secretaría de Gobernación  (Interior) mexicana informó la noche del martes que mantenía comunicación permanente con el gobernador Joaquín y se ha ordenado que la Policía Federal fortalezca su presencia en el estado en apoyo a las autoridades locales.
La balacera causó pánico en la ciudad del Caribe mexicano, un día después de que tres extranjeros y dos mexicanos murieran en el tiroteo del bar Blue Parrot de Playa del Carmen, donde se celebraba la clausura de un festival de música electrónica.

Los tiroteos rompieron la paz en una región popular entre turistas estadounidenses y europeos, que había estado libre de la violencia generada por el narcotráfico en otros puntos de México.

Se activó el código rojo, que consiste en un protocolo de seguridad en el que participan las fuerzas castrenses, las policías federal y estatal, así como el servicio de inteligencia mexicano, apuntó el secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Rodolfo del ngel

El edificio de la fiscalía se encuentra a unos siete km del punto de acceso a la zona hotelera de Cancún, el principal destino turístico de México.

Medios locales reportaron que en los accesos a la zona hotelera, integrada por varias cadenas de alta gama, se instalaron unos tres retenes, mientras que la embajada de Estados Unidos pidió a sus ciudadanos seguir las instrucciones de las autoridades antes de salir de sus hoteles.

Solicitamos calma a la población, dijo en Twitter Remberto Estrada, alcalde del municipio de Benito Juárez, al que pertenece Cancún.

Algunos viajeros que llegaban por la noche a este puerto vacacional conversaban o buscaban en sus teléfonos móviles mayor información sobre los ataques, pero sin que ello minara su ánimo de pasar unos días en la playa.

Mi hijo se vino a vivir hace más de 20 años y es la primera vez que lo vengo a visitar, estoy muy emocionada de ver el mar, ojalá esto se pase pronto, dijo a la  AFP  Guadalupe Siva, de 55 años y empleada de una cadena de supermercados.

Nunca nada como esto

En fotografías captadas por la  AFP  se observa a militares y policías resguardando la fiscalía de Quintana Roo, y en videos difundidos por la cadena Televisa se escuchan ráfagas de balas.

El fiscal del estado de Quintana Roo, Miguel ngel Pech, que investiga el tiroteo de Playa del Carmen, no se encontraba en la fiscalía en el momento de la agresión, dijo a la  AFP  Adriana Mezquita, directora de prensa del municipio de Benito Juárez.

Los trabajadores del Palacio Municipal fueron evacuados por seguridad, añadió Mezquita.
Sandra Ramírez, una empleada doméstica de 33 años que vive cerca de la fiscalía, dijo a la  AFP  vía telefónica que desde su casa alcanzó a escuchar balazos y explosiones. Cuando notó que muchos comercios cerraron y que las calles se habían vaciado, decidió posponer sus actividades fuera de su hogar.

Habían pasado cosas, que aparecía un muerto por aquí o allá, pero nunca nada como esto, prosiguió Ramírez.

El gerente de una tienda de la Plaza las Américas, la mayor de la ciudad, relató a la  AFP  bajo anonimato que escuchó disparos en el interior del centro comercial, situado donde inicia la zona hotelera, por lo que la gente empezó a buscar refugio dentro de los establecimientos que comenzaron a bajaron sus cortinas.

Después vinieron militares que acordonaron la zona y se empezó a desalojar a la gente. Nos explicó que los disparos fueron parte de una persecución de alguno de los atacantes a la fiscalía.

En la pesquisa del tiroteo de Playa del Carmen, la principal línea de investigación es un posible ajuste cuentas entre narcotraficantes, dijo este martes el fiscal Pech.

Pero las autoridades manejan otras hipótesis: que el ataque tuviera como objetivo único la ejecución de la primera víctima; que el atacante buscara algo dentro del local; que los narcotraficantes no llegaron a un acuerdo sobre alguna extorsión; y la posibilidad de que se impidiera la venta de drogas en la discoteca a algún grupo de criminales.

La fiscalía analiza un video en el que se observa que un hombre llega al bar y dispara directamente en cinco ocasiones contra uno de los dos mexicanos que murieron.

Cuatro personas han sido detenidas por ese tiroteo, entre ellas un taxista que la fiscalía identificó como exagente de la policía municipal con antecedes por extorsión.

 

En curso

Mientras tanto, las autoridades seguían investigando la balacera en el Blue Parrot que pensaban podría deberse a un caso de extorsión, un conflicto por narcomenudeo o a que alguien contratara a una persona para matar a uno de los clientes del bar.

Después de ofrecer distintas versiones a lo largo del lunes, el fiscal Pech explicó el martes que las últimas investigaciones indicaban que un atacante disparó directamente a una de las víctimas en plena madrugada cuando el local estaba abarrotado y se clausuraba un festival de música electrónica.

Después comenzó la balacera y el fuego cruzado, pero no está claro si éste ocurrió entre el atacante y los guardias de seguridad de la discoteca o con los guardaespaldas del mexicano atacado. Tampoco se sabe por qué alguien quería asesinar a ese hombre.

Pech, en entrevista con Televisa, dijo que sus familiares dijeron a la fiscalía que tenía “un familiar importante” en el gobierno del estado de Veracruz, una región plagada de corrupción y violencia.

Uno de los guardias fue alcanzado por las balas y al caer, su arma se disparó hiriendo a gente del público, añadió Pech, quien aseguró que el atacante huyó y que un taxista que le ayudó a escapar está vinculado con casos previos de intentos de extorsión, una práctica habitual en muchos lugares de México donde los negocios son obligados a pagar una cuota para evitar ser atacados por el grupo criminal que controle ese lugar.

Según el fiscal, que no se cumpliera con este pago es la línea de investigación “más fuerte” .

Pero mientras falten las respuestas en las calles, crecía la preocupación.
“Nos ha alcanzado”, dijo Lenin Amaro, un empresario y político local, en relación a la violencia asociada al narcotráfico que sacude al país. “Esto es una muestra de lo que ha estado pasando. Vivíamos en lo puedes llamar una burbuja”.

Un hombre que estaba en el interior del local en el momento de la balacera y es un habitual de la discoteca, por lo que habló bajo condición de anonimato por seguridad, dijo que los Zetas controlan todo el tráfico de drogas en el centro turístico del Caribe mexicano y, en los grandes clubes, el cartel tiene varias personas que se dedican a la venta de estupefacientes, normalmente en el exterior de los baños. En los dos últimos años, la venta de droga es más evidente que antes.

“En esta zona los Zetas lo controlan todo y por eso todo está bien”, dijo. “Todos los clubes de aquí, todos los clubes, están controlados. En los baños, en todas partes, controlan las drogas. Te ofrecen drogas abiertamente. Los hombres de negocios, los de los clubes nocturnos, no pueden hacer nada. Pueden quemar tu edificio”.

Las autoridades locales toleran la presencia de narcotraficantes mientras no “metan la pata”, agregó. Por este motivo no cree que el cartel sea el responsable de la balacera. “Los Zetas no hacen esto porque van a matar su propio negocio”, dijo. “Si no hay clientes, no hay drogas”.

Él y otros especularon que un miembro de una banda rival intentó vender droga en el local o quizá perjudicar su negocio. La seguridad no utilizaba detectores de metales, explicó.

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