Convocada originalmente por el poderoso Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), la marcha atrajo a un conjunto de sectores disconformes con el Gobierno para apoyar las protestas desatadas por una reforma al sistema de pensiones que aumentaría las cuotas obreras y patronales.
Aunque Ortega anunció el domingo la revocatoria de la reforma, las protestas han continuado en una señal de disconformidad general con el gobierno del líder sandinista.
Empresarios que participaron en la manifestación insistieron en que no acatarán el llamado de Ortega a dialogar si el gobierno no cumple una serie de condiciones.
El movimiento partió de una rotonda en el este de la ciudad hacia la sede de la Universidad Politécnica, epicentro de las protestas, que fue invadida la noche del domingo por policías antimotines.
“¡Asesinos!”, gritaban los manifestantes al pasar frente a las oficinas centrales de la Policía Nacional.
“Es una barbaridad lo que está pasando, no puede ser que estén matando a los jóvenes”, se quejó una señora jubilada que se sumó a la marcha y pidió no revelar su nombre.
La marcha se vivió en un clima de fiesta, en contraste con la violencia desatada en manifestaciones previas, que terminaron con la presencia de fuerzas antimotines que lanzaban gas lacrimógeno y disparaban balines contra manifestantes que respondían con piedras y cocteles Molotov.
Renuncian como protesta
Seis periodistas nicaragüenses han renunciado a sus puestos de trabajo en medio de las violentas protestas contra el Gobierno de Nicaragua que en los primeros cinco días dejaron al menos 27 muertos, 428 heridos, y más de cien personas arrestadas o desaparecidas.
“La comunicación debe ser siempre abierta. He apostado por un periodismo que dignifique a la persona, que engrandezca a Nicaragua y que busque la verdad”, dijo el periodista y presentador del canal 10, Mario Medrano, al despedirse en vivo de la audiencia después de tres años de informar en el noticiero Acción 10.
El comunicador, quien observó que Nicaragua está pasando momentos difíciles, dijo que cree en el ejercicio periodístico profesional, responsable y apoderado de la verdad.
Su compañera de labores Joseling Medrano también renunció a ese medio de comunicación.
“Mi responsabilidad de informar va a seguir. Esperemos que el diálogo sea con prontitud y hago un llamado a la paz”, abogó.
Canal 10 es propiedad del empresario mexicano Ángel González y ha sido criticado por sus periodistas por no transmitir en su noticiero estelar sobre las protestas que ocurren en Nicaragua.
Días atrás renunciaron los periodistas Dino Andino, Arnulfo Peralta y Frida Montes, de Canal 2, y la presentadora de Canal 8, Martiza Rivas.