Este viernes 27 de mayo se informó que algunos estudiantes que estaban en el aula con el atacante llamaron varias veces al 911 en búsqueda de ayuda por parte de la policía.
Las llamadas telefónicas, entre la que se encuentra una larga conversación en la que se escuchan varios disparos, revelan el pánico que se vivió dentro de los salones de estudio del colegio mientras Salvador Ramos disparaba contra decenas de personas.
Asimismo, muestran los esfuerzos de varios niños por alertar a las autoridades y salvar sus vidas mientras susurraban al teléfono.
Estas llamadas salieron a la luz debido a las palabras de Steven McCraw, jefe de Seguridad Pública de Texas, quien describió las conversaciones que tuvieron los alumnos con las operadoras del 911 mientras ocurría el tiroteo.
“Una persona identificada -no diré su nombre, pero estaba en el aula 112- llamó al 911 a las 12:03. La duración de la llamada fue de 1 minuto y 23 segundos. Se identificó y susurró que estaba en el aula 112.
A las 12:10, volvió a llamar desde el aula 112, informó que había varios muertos.
A las 12:13, de nuevo, llamó por teléfono.
A las 12:16, volvió a llamar y dijo que había entre ocho y nueve estudiantes vivos.
A las 12:19, se hizo una llamada al 911, y otra persona en el aula 111 llamó. No diré su nombre. Colgó cuando otra estudiante le dijo que colgara.
A las 12:21, se escuchó a través de la llamada al 911 que se hicieron tres disparos.
A las 12:36, una llamada al 911, duró 21 segundos. La persona que llamó inicialmente… el estudiante-niño… volvió a llamar, y se le dijo que permaneciera en la línea y que estuviera muy tranquilo. Ella dijo al 911 que él [atacante] disparó a la puerta.
Aproximadamente a las 12:43 y a las 12:47, pidió al 911 que por favor enviara a la policía ahora.
A las 12:46, ella dijo que… podía oír a la policía en la puerta de al lado.
A las 12:50, se hacen disparos, se oyen por encima de la llamada al 911.
A las 12:51, el sonido es muy fuerte, y suena como si los oficiales estuvieran sacando a los niños de la habitación. En ese momento, el primer niño que llamó estaba fuera antes de que se cortara la llamada”, narró McCraw.
El jefe de Seguridad Pública de Texas también reconoció que fue un error no tumbar la puerta del aula donde se encontraba Salvador Ramos junto a varios alumnos y dos maestras.
“Fue una mala decisión, punto. No hay excusas para no haberlo hecho. Cuando hay un tiroteo todo cambia”, indicó.