Carmen vivía desde hacía dos años en el centro de rescate de animales. En enero dio positivo por tuberculosis, una enfermedad muy controlada por su peligro de contagio, y el Área de Ganadería de la Comunidad de Madrid dio a Wings of Heart 15 días para sacrificarla.
El santuario argumentó que las autoridades no tenían potestad para esa orden y publicó la petición en la que exigía una nueva normativa para refugios que rescatan animales. “Y que ninguna otra vaca, cerdo o gallina rescatada tenga que volver a pasar esta terrible cuenta atrás que estamos viviendo con Carmen“, señalaban los responsables.
El “final feliz” llegó el jueves, cuando los fundadores del refugio acudieron con las firmas reunidas a una reunión con los representantes de la Comunidad de Madrid.
Según ambas partes, se llegó a un acuerdo para evitar el matadero a Carmen a cambio de que la vaca se mantenga aislada y que el santuario de animales incorpore nuevas medidas de seguridad para proteger al resto de ejemplares y a sus trabajadores.