Los testigos relataron que el militar incluso le cubrió los ojos a la víctima para que no viera lo sangriento de las escenas a su alrededor, tras lo cual buscó un refugio para la mujer, y luego volvió al lugar de la matanza para seguir ayudando a salvar vidas, según consignan medios de comunicación.
Preparado para enfrentar el calor de la guerra, Cobos usó su cinturón como torniquete, con lo que salvó muchas vidas, según testigos de la mortal balacera.
Trascendió que al llegar a casa, el marine describió cómo escuchaba los impactos de bala en el piso a tan sólo metros de donde protegía a la mujer.
Las autoridades han elogiado la rápida acción policial, pero también han agradecido a miles de hérores anónimos que estuvieron en el lugar y no dudaron en prestar auxilio.