La madre de la menor, quien desde hace varios años residía en Colorado, Estados Unidos, también aceptó que mintió sobre el estado de salud de su hija pequeña para lograr obtener ayudas de organizaciones benéficas por al menos 100 mil dólares.
A principios de 2022, Kelly Turner aceptó un acuerdo de culpabilidad por los delitos de robo agravado, fraude caritativo y abuso infantil, luego que su hija, Olivia Grant, falleciera por negligencia en 2017.
Olivia perdió la vida en agosto de 2017 debido a una supuesta insuficiencia intestinal luego que su madre firmara una orden para no resucitarla.
Kelly Turner indicó a los médicos que el estado de salud de su hija estaba demasiado deteriorado y su calidad de vida era muy mala para intentar salvarla.
“Ella aprobó cirugía tras cirugía e insistió en que Olivia no estaba mejorando. Fue la Sra. Turner quien puso a su hija en cuidados paliativos y presionó para que se ordenara no resucitar”, señalaron los fiscales del distrito en un comunicado.
El caso de Olivia comenzó cuando la pequeña tenía tan solo 2 años y su madre solicitó a sus doctores iniciar con tratamientos para el estreñimiento y los retrasos del desarrollo.
Un año después de este primer contacto, un cirujano le extirpó parte del intestino delgado e insertó una sonda de alimentación a la menor debido a la insistencia de Kelly Turner.
A partir de ese momento, la madre de Olivia aseguró que su pequeña estaba enferma y sufría distintas dolencias, convenciendo a los médicos para que se le realizaran cirugías y le dieran recetas para enfermedades que en realidad no padecía.
Las autoridades encargadas del caso informaron que Turner pasó años inventando enfermedades de la menor para ganar la simpatía de los medios de televisión y obtener dinero de diversas fundaciones benéficas.
Por otra parte, los psiquiatras que han examinado el comportamiento de Kelly Turner establecieron que padece del síndrome de Munchausen, trastorno psicológico en el que un padre busca llamar la atención inventando enfermedades en un niño o produciendo lesiones serias.
Un año después de la muerte de Olivia, Kelly Turner llevó a su otra hija al hospital para que recibiera tratamientos médicos debido a que supuestamente padecía de algunas enfermedades.
Sin embargo, los médicos no encontraron nada malo con la salud de la menor y alertaron a las autoridades sobre el caso.
Kelly Turner finalmente fue arrestada en 2019 y las autoridades descubrieron que la mujer contaba con un amplio historial de presentar a los doctores diagnósticos falsos para posteriormente solicitar apoyo financiero de distintas organizaciones benéficas.