En su primer discurso ante la Asamblea Legislativa prometió encaminar a Argentina hacia el desarollo, luchar contra la corrupción y enfatizó que buscará “la unión de todos los argentinos en este nuevo tiempo tras años de enfrentamientos” .
Hay que “reconocer los problemas para que juntos encontremos las soluciones” . La política “no es una competencia entre dirigentes para ver quién tiene el ego más grande” , agregó.
En su discurso, también se comprometió en dar “total apoyo a la justicia independiente que en estos años ha sido un baluarte de la democracia” .
“No habrá jueces macristas” , aseguró.
El desencuentro obedece a diferencias en torno a aspectos ceremoniales.
Fernández rechazó la propuesta de Macri de ser investido con los atributos en la sede del gobierno, como se ha hecho -salvo excepciones- desde 1868, y no en el Congreso, como era el deseo de la presidenta saliente.
La constitución establece que al tomar posesión de su cargo el presidente y vicepresidente deben prestar juramento “ante el Congreso reunido en Asamblea”, pero no especifica dónde se hace la entrega de los atributos presidenciales.
Fernández decidió además no asistir a la ceremonia en la sede del Parlamento en rechazo a la decisión de Macri de acudir a la justicia para dirimir la discusión.
Una jueza dictaminó que el mandato de la dirigente peronista termina en la medianoche del 9 de diciembre en respuesta a una medida cautelar que impulsó el presidente electo para que Fernández se vea impedida de tomar cualquier decisión desde el primer minuto del 10 de diciembre.
El presidente provisional del senado Federico Pinedo, de la coalición Cambiemos de Macri, ejercerá la primera magistratura hasta que el presidente electo asuma al mediodía del jueves y será quien finalmente le entregue el bastón y la banda en la Casa Rosada.
El gobierno saliente comparó el pedido realizado por Macri a la justicia con “un golpe de Estado”. Allegados al líder conservador justificaron en tanto la presentación judicial en la necesidad de “clarificar la transición”.
Ganador de la segunda vuelta electoral del 22 de noviembre, Macri pondrá fin a 12 años ininterrumpidos de kirchnerismo, el movimiento de centroizquierda creado en el seno del peronismo por Fernández (2007-2015) y su difunto marido y antecesor Néstor Kirchner (2003-2007). El periodo se caracterizó por un ejercicio del poder personalista, una fuerte intervención estatal en la economía y la implementación de amplios programas sociales.
Macri, un tecnócrata conservador que presidió el club de fútbol Boca Juniors y dejará su cargo de alcalde de Buenos Aires el mismo jueves, jurará como presidente ante la asamblea legislativa reunida en el Congreso a las 12 (1500 GMT). Luego se dirigirá a la casa de gobierno para recibir el bastón y la banda presidencial en un acto que está previsto a las 13.30 (1630 GMT).
Los vaivenes de la ceremonia han revelado la primera fisura dentro del peronismo desde la derrota electoral: mientras los diputados kirchneristas anticiparon que no estarán presentes en el recinto, los legisladores del peronismo ortodoxo adelantaron que participarán en la jura.
Macri asumirá el poder con varios desafíos por delante: una inflación de al menos 27% anual según economistas privados, restricciones a la compra de dólares, retraso cambiario, estancamiento del crecimiento, un déficit fiscal superior al 7% del producto interno bruto y el litigio en Nueva York con los llamados “fondos buitres”, inversionistas estadounidenses que han demandado al país por títulos impagos de su deuda.
El conservador deberá evitar que las correcciones de los desequilibrios económicos generen un ajuste que altere los progresos en el ámbito social y disparen protestas.
– Desafíos económicos –
La economía está estancada hace cuatro años, la inflación es de dos dígitos y las reservas no están en condiciones de soportar su promesa de borrar de un plumazo las restricciones cambiarias que rigen desde el 2011.
Macri prometió unificar los tipos de cambio. La moneda cotiza a 9,75 pesos por dólar en el mercado oficial pero ronda los 14,75 en el paralelo, verdadero termómetro del humor de los mercados.
Pero también denunció la caída de las reservas que se ubican en torno a los 25.000 millones de dólares y van en descenso, según el Banco Central.
Para reforzarlas espera por el ingreso de unos 8.000 millones de dólares por exportaciones agrarias que el sector agropecuario retiene a la espera de mejoras impositivas que prometió Macri.
En el frente externo, el nuevo gobierno comenzará a negociar “rápidamente” con los fondos “buitres” para resolver el litigio por bonos impagos de la deuda, anunció el miércoles el mediador judicial estadounidense del caso tras reunirse en Nueva York con un enviado de Macri.
Al informar sobre una reunión que tuvo lugar esta semana, el mediador Daniel Pollack dijo en un comunicado que el designado secretario de Finanzas argentino, Luis Caputo, le indicó “la intención de la nueva administración de comenzar tales negociaciones rápidamente tras la jura el jueves 10 de diciembre” .
Devaluar y negociar
El mercado interno ya ha comenzado a descontar una devaluación que preocupa al sector industrial dependiente de insumos importados.
Los alimentos registraron aumentos “preventivos” de entre 30 y 50% en apenas dos semanas.
La falta de estadísticas confiables que midan la inflación, del 20% anual según el ente estatal y del 30% según consultoras, contribuye al descalabro de precios relativos. La normalización estadística será otro desafío.
El poder adquisitivo del salario se mantuvo por una ley de negociaciones sindicatos-empresas con reajustes respecto a la inflación.
Pero el nuevo gobierno quiere atar estos reajustes a parámetros de productividad de la economía difíciles de cuantificar, lo que ha puesto en guardia a los sindicatos.
El Congreso será otro duro escenario para el novel gobierno de Macri que prometió evitar los decretos y respetar los poderes del Estado.
En Diputados el bloque kirchnerista es la primera minoría y en el Senado mayoría.
La bancada kirchnerista de Diputados ni siquiera estará en la jura del jueves, anticipo de lo que espera al próximo gobierno.