Leslie’s es uno de un número cada vez mayor de empleadores que en la actualidad están solicitando un comprobante de vacunación a los candidatos a un empleo, además de los requisitos habituales como educación y experiencia. La mayoría, como Leslie’s, dicen que harán excepciones por motivos religiosos y de salud.
Luego de que la Administración de Alimentos y Medicamentos le otorgara la aprobación total a la vacuna contra el coronavirus de Pfizer-BioNTech, se espera que este tipo de políticas se vuelvan más comunes. Eso genera un territorio inexplorado tanto para los empleadores como para los solicitantes de empleos, en el que la privacidad, la política y la salud se entrometen en el ya de por sí intenso proceso de cubrir —o conseguir— un nuevo puesto laboral.
La proporción de anuncios de empleo que le exigen a los solicitantes estar vacunados casi se ha duplicado en el último mes, según el sitio web de búsqueda de empleo Indeed (sin embargo, esos siguen siendo una pequeña fracción de las ofertas generales de empleos). LinkedIn está “explorando nuevas formas” para que los solicitantes de empleo conozcan mejor los requisitos sobre vacunas de las empresas, dijo Suzi Owens, portavoz del sitio.
Las compañías están ideando políticas de vacunación para los nuevos empleados junto con nuevas reglas para sus empleados existentes, y no siempre coinciden. Muchos empleadores están dispuestos a imponer lineamientos más estrictos para los solicitantes: Leslie’s les exige la vacuna a los nuevos contratados pero no a los empleados ya existentes. Hacer que la vacunación sea un requisito para conseguir un empleo podría convencer a quienes se muestran reacios, o podría solidificar aún más la división de clases, ya que las tasas de vacunación caen en gran medida a lo largo de las líneas socioeconómicas (o ambas).
La obligatoriedad corporativa de las vacunas ha dividido el país. En una encuesta reciente de Gallup, 52 por ciento de los trabajadores dijo que estaba a favor de exigir la vacuna (36 por ciento “enérgicamente”), frente al 38 por ciento que se opuso (29 por ciento “enérgicamente”). Incluso las empresas que no exigen la vacunación están logrando que sea cada vez más difícil no estar vacunado: Delta Air Lines afirmó esta semana que a los empleados no vacunados se les va a exigir pagar un recargo mensual de 200 dólares para permanecer en el plan de salud de la empresa, a partir de noviembre. Estos cambios de políticas cada vez más estrictas se convertirán inevitablemente en una característica habitual en las entrevistas de trabajo.
Verificar el estado de vacunación de los solicitantes de empleo “desafortunadamente le está tomando mucho tiempo y recursos a los empleadores”, dijo Neal Mills, director médico de la firma de servicios profesionales Aon, quien asesora a las empresas sobre sus opciones. Hay formas “continuas” de verificar el estado de una persona, dijo, que van desde una simple declaración hasta una prueba de vacunación en una aplicación que se sincroniza con las bases de datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Si candidatos no vacunados se postulan para trabajos que requieren tiempo en una oficina, incluso solo de forma ocasional, “algunas empresas afirman que simplemente no pueden contratarlos para el puesto”, dijo Dawn Fay, presidenta de distrito en Nueva York para la firma de reclutamiento Robert Half. Fay también ha trabajado con compañías que les dicen a los candidatos no vacunados que “trabajarás de forma remota todo lo que puedas”, pero estarán sujetos a pruebas y a reglas de distanciamiento y uso de cubrebocas cuando vayan a la oficina.
Y no es solo la política de vacunación de una empresa lo que los reclutadores deben tener en cuenta. Goldman Sachs anunció esta semana que comenzará a exigir un comprobante de vacunación para cualquier persona que ingrese a sus oficinas en Estados Unidos. Eso incluye a clientes, contratistas y otras personas que hacen negocios con Goldman, y firmas con políticas similares.
Goldman se negó a comentar sobre si planea preguntarles a los candidatos sobre su estado de vacunación en entrevistas de trabajo o si ese estado será un factor en las decisiones de contratación.
‘No quiero que ninguna de esas personas trabaje para mí’
Las empresas que actualmente le están exigiendo a los solicitantes de empleo que estén vacunados cubren todo el espectro.
Ormat, una compañía energética con sede en Nevada, exige la vacuna para un cargo de soldador. La NFL afirma que es obligatoria para un empleo como director de arte freelance de temporada. Good Relations, una “boutique de amantes” en California, la solicita como requisito para un trabajo como asociado de ventas.
Melinda Myers, directora ejecutiva de Good Relations, dijo que el nuevo requisito había sido en parte una respuesta a las altas tasas de infección por covid-19 en el condado Eureka, donde la tienda tiene su sede.
“Nuestros hospitales están saturados”, dijo. “Hay mucha gente antivacuna en los mercados agrícolas. También tenemos políticos conservadores que son antivacuna. Y no quiero que ninguna de esas personas trabaje para mí”.
Myers no le exigió la prueba de vacunación a sus seis empleados, quienes, según ella, ya están completamente vacunados. “Conozco a estas personas lo suficiente como para saber que me estaban diciendo la verdad”, dijo Myers. Pero sí verificará el estado de vacunación de los nuevos empleados “porque no los conozco”, dijo.
Los solicitantes de empleo que se oponen a la obligatoriedad de las vacunas han comenzado a adaptar sus búsquedas. La red social conservadora Gab comenzó una “bolsa de trabajo sin requisito de vacuna”, que hasta el viernes tenía alrededor de 31.000 miembros. Un sitio web de búsqueda de empleo llamado Red Balloon comenzó operaciones en julio con la finalidad de “conectar a los empleadores que valoran la libertad con empleados que también la valoran”.
Es legal que los empleadores le exijan la vacunación a empleados nuevos y actuales. Los abogados laborales afirman que las compañías tienen permitido tomar en cuenta el estado de vacunación en la mayor parte del país al evaluar a los solicitantes de empleo, incluso sin una ley formal, porque el estado de vacunación no está protegido por la Ley para Estadounidenses con Discapacidades. Sin embargo, de todos modos podrían verse afectados con acciones judiciales o encontrarse con oposición política a medida que algunos estados sigan aprobando medidas para restringir o prohibir la obligatoriedad de la vacuna.
“Las trayectorias profesionales de las personas se verán afectadas por su estado de vacunación”, dijo Ian Schaefer, socio del bufete de abogados Loeb & Loeb que se especializa en temas laborales y que ha estado asesorando a las compañías sobre sus políticas ante el covid-19. “Y hasta ahora, eso está completamente permitido”.