De acuerdo con archivos de la Iglesia Católica, los misterios o secretos de Fátima se basan en los testimonios de Lucía dos Santos, Jacinta y Francisco Marto, tres pastorcitos que, con sus relatos, apuntan a comprender la urgencia de la penitencia, la conversión y fe.
Los tres pastorcitos afirmaron haber presenciado varias apariciones marianas en la Cova da Iria, Fátima, en Portugal y según los documentos, hubo seis apariciones entre el 13 de mayo y el 13 de octubre de 1917.
Fechas importantes
- El 13 de mayo de 1917 los tres niños vieron una aparición de la Virgen María que les dijo, entre otras cosas, que regresaría durante los próximos seis meses todos los días 13 a la misma hora.
- El 13 de junio anunció que Jacinta y Francisco dejarían la tierra pronto y que Lucía sobreviviría para dar testimonio de las apariciones.
- El 13 de julio compartió con ellos el llamado. En esta tercera aparición de la Virgen, a Lucía se le reveló el secreto de Fátima. Según los informes, se puso pálida y gritó de miedo llamando a la Virgen por su nombre. Hubo un trueno y la visión terminó.
- El día 13 de agosto, fecha en que debía darse la cuarta aparición, los niños no llegaron a Cova da Iria debido a que fueron retenidos por el administrador de Ourém. Así, el encuentro con la Virgen ocurrió el 19 de agosto en un lugar llamado Valinhos.
- Los niños volvieron a ver a la Virgen el 13 de septiembre en Cova da Iria.
- En la sexta y última aparición, el 13 de octubre, ante miles de peregrinos que llegaron a Fátima, se produjo el denominado “Milagro del sol”, en el que luego de la aparición de la Virgen a los pastorcitos, se pudo ver al sol temblar en una especie de “danza”, según los testimonios.
El milagro del sol
El 13 de octubre de 1917 un fenómeno sobrenatural, conocido como el “milagro del Sol” ocurrió ante la presencia de miles de personas que se congregaron en Fátima Portugal a la espera de los mensajes de la Virgen María.
El 13 de octubre, la Señora del Cielo, como la llamaban, revelaría su identidad. Llovía a torrentes. Llegó el mediodía y no pasaba nada. Les dijeron a Lucía, Jacinta y Francisco que era inútil, que se fueran de allí.
Había unas 50 mil personas empapadas en la llanura. De pronto Lucía les dijo: “Guarden sus paraguas”, y a Francisco y Jacinta les avisó: “Ya viene Ella, he visto el resplandor”. Repentinamente paró la lluvia y el cielo se despejó totalmente.
“Soy la Señora del Rosario y vengo a advertir a los creyentes que se conviertan y pidan perdón por sus faltas”, les dijo la dama vestida de blanco. Después agregó: “Quiero que me construyan una capilla en este lugar”, y terminó anunciando que la (Primera) Guerra Mundial iba a terminar pronto.
Antes de irse, la dama señaló al sol. En aquel lugar había fieles católicos, pero también protestantes y ateos que habían llegado para denunciar la falsedad de las apariciones. Todos vieron al astro empezar a “bailar” en el cielo, y después dio la impresión de que caía, ante el terror de la multitud, para luego volver a su lugar.
El milagro había ocurrido y uno de los principales testimonios lo pronunció el periodista Avelino de Almeida, escéptico a morir, pero que terminó dando fe del portento: “Fue un espectáculo único, increíble”.
En aquel lugar fue construida una capilla en 1920, y actualmente es un Santuario que recibe a millones de visitantes de todo el mundo.