“El gobierno ruandés ha decidido, además de todas las iniciativas actuales de protección social, que todos los miembros del gobierno, los directores de gabinete, los jefes de instituciones públicas y otros altos responsables deberán renunciar a un mes de salario”, declaró el primer ministro, Edouard Ngirente, en un comunicado.
El gobierno distribuyó bienes de primera necesidad a unas 20 mil personas vulnerables de la capital Kigali, pero las necesidades son inmensas en este país de 12 millones de habitantes, donde alrededor del 40% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza.
El gobierno no precisó exactamente a cuántas personalidades políticas y administrativas afecta esta medida, ni cuánto dinero espera recabar con ella.
Ruanda fue uno de los primeros países africanos que el 21 de marzo impuso un confinamiento, con el cierre de todas las tiendas excepto las esenciales, la suspensión del servicio del transporte público y la prohibición de los “desplazamientos no esenciales”.
Estas medidas se extenderán al menos hasta el 19 de abril. Los más desfavorecidos están sintiendo un fuerte impacto, golpeados por el aumento del desempleo y del precio de los productos alimentarios.
El Fondo Monetario Internacional acordó A Ruanda la semana pasada un préstamo de 110 millones de dólares para hacer frente a los efectos económicos causados por el coronavirus.
El número de casos confirmados de coronavirus en Ruanda se elevaba a 104 el lunes, uno de los más altos en África Oriental.