Otro ejemplo es el de Yanira Cruz, procedente de El Salvador, quien narró que una vez que fue deportada de Estados Unidos, fue difícil su trayecto al estar contagiada de coronavirus.
“Soy asintomática, pero lo que más preocupa del virus son los niños y que ellos también se puedan contagiar”, afirmó Cruz a Efe.
México suma al momento más de 3,44 millones de casos de covid y 264 mil muertos, siendo la cuarta nación del mundo por números absolutos de decesos por covid-19.
Además, la región vive una ola migratoria sin precedentes en años. Y como prueba de ello, Estados Unidos detuvo el pasado julio en su frontera sur a 212 mil 672 indocumentados, la cifra más alta en 20 años.
En este contexto, los migrantes retenidos y hacinados en el sur de México -donde recientemente se han formado y desmantelado varias caravanas- o varados en la frontera norte mientras esperan cruzar a Estados Unidos, se exponen potencialmente al contagio.
Desde principios de mayo de 2020 y hasta el 5 de septiembre del 2021, en México se han reportado 95 defunciones por covid-19 entre migrantes, según el más reciente reporte de la Secretaría de Salud.
En el más reciente “Informe Epidemiológico semanal de población migrante estudiada bajo sospecha de covid-19”, el organismo señaló que se han estudiado 12.706 personas y que, según sus investigaciones, el índice de letalidad es del 3.81 %.
Apoyo con escasos recursos
En medio de estas dificultades nació hace cuatro meses el refugio Esperanza para todos en Ciudad Juárez, una urbe fuertemente industrializada perteneciente al norteño estado de Chihuahua.
“Las personas que vienen a este albergue se encuentran sin síntomas graves y con un poco de tos”, declaró a Efe Grissel Ramírez, fundadora del refugio, quien explicó que antes de llegar al centro los migrantes pasan por un “hotel filtro” que atiende a la personas más enfermas.
Actualmente, en el albergue hay 125 migrantes, pero en las últimas semanas han llegado a tener hasta el doble, 250 personas.
Faltan recursos
Se estima que, a través de distintas políticas, unos 700 mil 000 migrantes han sido retornados desde Estados Unidos entre marzo de 2020 y abril de 2021, según datos del Comité Internacional de Rescate (IRC, en inglés).
Decenas de miles de ellos bajo el Título 42, que permite deportar de manera inmediata poniendo la emergencia sanitaria del coronavirus como justificación.
Esta situación llevó a la creación de este albergue -que se suma a otros que YA hay en la ciudad- y a la aplicación de medidas para evitar los contagios dentro del centro.
Para tal fin, se cambió el comedor y hoy se provee alimentos en cubiertos y platos desechables, por ejemplo.
“Necesitamos ayuda de gel antibacterial, cubrebocas y medicamentos. Este lugar donde los albergo cuesta 25.000 pesos (unos 1.200 dólares) de renta al mes. Y para poder cubrir los gastos he organizado venta de comida y hay grupos de pastores que donan alimentos, pero es importante que el Gobierno nos voltee a ver”, subrayó la activista.