El fenómeno de este viernes coincide con la “luna de nieve”, como se le conoce a la primera luna llena de febrero por la intensidad de su brillo, producido porque en este momento la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna y el ángulo de elongación del satélite es de 0 grados.
Es decir la Luna tendrá una iluminación del 100 por ciento por estar, prácticamente, en línea recta hacia el Sol.
Cuando ocurre una “luna de nieve” el hemisferio visible de la Luna alcanza su mayor iluminación, y no es posible distinguir con detalle los accidentes de su superficie debido a la ausencia de sombras.
Estos momentos son ideales para la observación de los rayos de algún cráter radiado.
El eclipse lunar será visible en casi todo el planeta con excepción de Australia, Nueva Zelanda, Nueva Guinea y Japón.
Datos de la Luna
La Luna es el único satélite natural de la Tierra, es el quinto más grande del Sistema Solar. En cuanto a proporción respecto a su planeta, es el más grande.
Además, la Luna es a la fecha el único cuerpo celeste en el que el ser humano ha realizado un descenso tripulado.
Cometa
Por si el fenómeno celeste fuera poco los amantes de la astronomía podrán deleitarse el sábado con el paso del cometa 45P.
Será un encuentro extraordinariamente cercano, ya que pasará a unos 12.4 millones de kilómetros (7.7 millones de millas) de la Tierra. Su velocidad relativa es de 22.8 kilómetros por segundo (14.2 millas por segundo), o su increíble equivalente de 82.270 kilómetros por hora (51 mil120 mph).
El cometa, de un resplandor verde, podrá verse en la constelación Hércules. Los binoculares y los telescopios serán de mucha utilidad.
Los observadores de astros han seguido la ruta del Cometa 45P durante los últimos dos meses.
La bola de hielo, de alrededor de 1,6 kilómetros (1 milla) de diámetro, pasa cada cinco años. Se le conoce con el nombre oficial de Cometa 45P/Honda-Mrkos-Pajdusakova, en honor de los astrónomos japoneses, checos y eslovacos que lo descubrieron en 1948.
La letra P es por periódico, lo que significa que es un visitante recurrente en el sistema solar interior.