Añadió que las 33 personas “ingresaron después de mayo del 2014” en la llamada crisis migratoria que “no pudieron tener una respuesta favorable” a las gestiones legales que hicieron para quedarse en Estados Unidos.
Estados Unidos calificó como la crisis el ingreso de más de 60 mil menores no acompañados por adultos procedentes de los tres países del Triángulo Norte de Centroamérica (Guatemala, El Salvador y Honduras) en el 2014.
Unos 18 mil menores hondureños que emigraron en busca de sus padres o huyendo de la violencia siguen procesos legales para tratar de lograr la residencia permanente en Estados Unidos, como producto de esa oleada migratoria.
Entre el 2004 y el 2015 regresaron a Honduras más de 150 madres e hijos de las llamadas “unidades familiares”, cuyos procesos fueron acelerados conforme a las leyes migratorias estadounidenses.
El presidente Juan Orlando Hernández pidió a Estados Unidos “respeto y consideración” para inmigrantes hondureños, luego que The Washington Post anunciara redadas masivas a partir de enero de indocumentados para retornarlos a Centroamérica.
“Estamos elaborando una comunicación al gobierno de Estados Unidos y aprovecho para enviar este mensaje de respeto y consideración sobre los derechos de nuestra gente porque van a trabajar y a aportarle a la economía” , expresó el presidente.
El pasado martes arribaron los primeros 115 adultos hondureños deportados en los vuelos regulares que semanalmente llegan con más de cien personas, en el primer vuelo del año.
En el 2015, las autoridades estadounidenses deportaron cerca de 19 mil hondureños, una cantidad muy inferior a la del 2014 cuando fueron 36 mil 416.
La disminución fue atribuida por autoridades hondureñas a que Estados Unidos reforzó los controles migratorios en su frontera con México.
Más de un millón de hondureños residen en Estados Unidos, que en el 2015 inyectaron cerca de tres mil 700 millones de dólares en remesas a la economía, más del 20% del Producto Interno Bruto (PIB) .