Los autodefensas, que anunciaron ayer su creación con el objetivo de enfrentar al grupo delictivo, habían detenido a una veintena de personas, de las cuales cinco fueron liberadas, según informaron las autoridades en la mañana.
Entre los retenidos se encontraba la madre de Raybel Jacobo de Almonte, alias el Tequilero, el líder de la banda.
Ella se convirtió en la principal moneda de cambio para la familia del ingeniero De Paz Duque, privado de libertad este domingo por esta célula que opera en la región de Tierra Caliente.
El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, indicó hoy en su cuenta de Twitter que “el ingeniero Isauro de Paz Duque, quien estaba secuestrado, ya se encuentra con su familia” .
Por otra parte, en un mensaje posterior añadió que “María Félix de Almonte (la madre del Tequilero), quien estaba retenida por pobladores de San Miguel Totolapan, ya se encuentra bajo resguardo de la Policía Estatal” .
En entrevista con la cadena Televisa, Astudillo dijo que “lo que sigue es que las personas que están detenidas todavía puedan ser puestas a disposición de la autoridad” .
Asimismo, dijo que las autoridades de la región no han asumido el papel de negociadores, sino que han usado “la fuerza del estado” para hacer presión en la situación.
Los Tequileros es una organización de creación reciente formada a partir de la escisión de La Familia Michoacana y otro grupo que actúa en la región de Tierra Caliente, según informó a principios de año el fiscal de Guerrero, Javier Olea.
El líder del grupo criminal tiene al menos 15 órdenes de captura contra él por varios delitos, entre ellos el asesinato de la exregidora del Partido de Acción Nacional (PAN) de San Miguel Totolapan María Félix Jaimes.
Esa banda funciona también como sicarios del cártel Guerreros Unidos, que actúa en Guerrero y al que se le atribuyen extorsiones y amenazas, además de ser considerado el principal responsable de la desaparición de 43 estudiantes de la escuela de maestros de Ayotzinapa ocurrida la noche del 26 de septiembre de 2014 en Iguala.
La fiscalía de Guerrero ha reportado que El Tequilero es sumamente sanguinario con la gente que secuestra, que las hace caminar durante días hasta sus escondites en las montañas de esa empobrecida demarcación, zona de cultivo de marihuana y goma de opio.
Guerrero, en el sur de México, es uno de los estados más pobres violentos de ese país, con centenares de asesinatos desde la desaparición de 43 estudiantes de la escuela para maestros de Ayotzinapa en septiembre del 2014.